Con sus acentos luminosos, los 16 faroles de fierro fundido son personajes que con su riqueza ornamental custodian los límites de las fachadas del edificio. Contiene elementos clásico-renacentistas como las cabezas de león a manera de grutescos (motivos decorativos formados en su parte superior por una cabeza de animal y acaba con elementos vegetales abajo). Además, contiene zarcillos, llamados así a los tallos y hojas que se repiten en todos los faroles, que se entrelazan y combinan formando un todo.
Las tres puertas de la fachada principal con dos dinteles laterales más bajos y una puerta de arco más alta, no son consideradas monumentales, quizá debido a que el arquitecto Silvio Contri no quería desequilibrar la mesura y armonía clasicista de toda la fachada. Las puertas laterales adinteladas llevan en la parte superior un friso con triglifos y gotas que sostienen un recuadro con el águila mexicana de alas extendidas. Éstas puertas tienen los mismo motivos que la central, pero la última, se ve mayormente enriquecida por las diferencia de la altura de la puerta. Sus vanos se cierran con puertas de hierro con riquísimos motivos ornamentales vegetales que se pueden apreciar en sus diferentes tramos.
Los ocho elementos ornamentales que forman parte de la fachada principal y que funcionan como portabanderas, contienen los dos símbolos de la nacionalidad mexicana: el águila y la serpiente, las cuales sostienen las alabardas en el frente del edificio. Todas las piezas de los portabanderas son de fierro fundido a excepción del hacha con punta de lanza que es de latón y el asta de acero inoxidable.
JARRONES CON PINÁCULO EN FORMA DE PIÑA
Coronando el ático se encuentran 16 remates en forma de jarrones con pináculo en forma de piña, los cuales están distribuidos perimetralmente en todas las fachadas.
PINÁCULOS EN FORMA DE ESFERA CON PUNTAS DE DIAMANTE
Al centro del edificio, sobre el copete de la fachada principal, se encuentran cuatro remates con forma de bolas de coronamiento con acusadas puntas de diamante en sus extremos.
Sobre la acusada cornisa de la fachada principal se sostiene un ático que por tramos utiliza una elevada balaustrada, alternando con pretiles que formados por recuadros, poseen escudos en su centro con el anagrama de la Secretaría. Estos cuatro medallones tienen roleos circundados por guirnaldas de hojas de laurel. Son de los pocos elementos arquitectónicos que no son de cantera sino de cemento.
La base de los cuatro lampadarios de fierro fundido de la fachada principal, se compone de una ménsula con soporte escultórico. Las quimeras con sus alas desplegadas que sostienen los faroles dan un toque pintoresco y fantástico a los clasicismos de la fachada. Para sostener los tres faroles en forma de prisma hexagonal que componen cada uno de los lampadarios, se incluyó en el diseño original un conjunto de brazos en forma de espiral con flores al centro de cada brazo y hojas curvas en cada espiral. Además, cuenta con una piña de remate y una flor abierta en la parte superior. En su totalidad, cada una de los lampadarios contiene 221 piezas metálicas, 36 cristales y 72 tornillos.
El ático central, más rico que los laterales, se compone de cuatro pilastras que dividen en tres secciones el copete. Cada una de ellas contiene un escudo vacío rodeado de una guirnalda que pende de una argolla sostenida por las fauces de un león. El escudo y la guirnalda están sobre un recuadro de decoración vegetal.
El empleo de mascarones de leones con aldabón en forma de argolla es muy del gusto renacentista, al igual que la forma del escudo llamada alemana o de cartela, forma que procede de las tarjas y que apareció a finales del siglo XV.