ParaÃso recobrado. Escenario rural del arte mexicano fue una oportunidad para traer a la vista del público una selección de obras que han reflexionado en torno a la representación de la vida rural, los frutos de la tierra, las alegorÃas de la fecundidad nacional y a la austeridad de la subsistencia campesina. Esta muestra se dividió en: El campo como emblema, Otra mirada al campo, Naturaleza viva. Los frutos de la tierra. Apetito visual, EpÃgono. Tamayo continuidades.
El objetivo del Museo Nacional de Arte fue proponer una reflexión en torno a la construcción del campo como emblema y como sÃmbolo de identidad. Con aquellos paisajes heredados de José MarÃa Velasco, parte de la narrativa visual de nuestro paÃs tuvo, en lo rural, un sustrato temático de primer orden. Difundir, celebrar, dar trascendencia, valorar lo propio e insistir en los motivos de la identidad, fueron los hechos que hicieron que parte de la producción pictórica y escultórica, eligiera el sendero nacionalista revalorizando la labor agrÃcola y artesanal como parte de una sensibilidad artÃstica moderna. Â