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en un jardín solitario poblado por árboles sugerentes, y del que el propio Paz
reconoció que era el film que lo expresaba más esencialmente. Por su parte, El
maestro prodigioso de Rafael Corkidi nos sumerge a través de tres cortos en la
memoria de la lucha por la educación en México. Raúl Busteros, en cambio, con
la adaptación de la novela Redondo de Paco Ignacio Taibo II crea un universo en
el que se desarrolla una historia que fluctúa entre dos tiempos.
Maya Deren (Nacida en Kiev con el nombre de Eleanora Derenkowsky) fue
amiga de Breton y de Marcel Duchamp con quien filmaría la inacabada “The
witche‘s cradle”. En su cine además de los elementos surrealistas, como el paso
de la protagonista de At Land del mar a una cena burguesa (que recuerda la
salida al mar de los protagonistas en el final de Un perro andaluz) es patente
la impronta de lo coreográfico y la creación de un universo intimista.
Aunque son muchos los cortometrajes en los que revive el surrealismo,
pocos creadores han sido capaces de adentrarse en los universos de otros artis-
tas como lo logró Norman McLaren con Tanguy Landscape Test, un corto de
animación de poco más de un minuto de duración, muy representativo del tra-
bajo de este gran poeta del cine animado.
Abundan las obras que muestran aspectos surreales, pero en algunos casos
estos rasgos por su importancia dan cuenta de la vigencia de este movimiento,
sin ser necesario que la obra sea totalmente surrealista. Ese sería el caso de
la secuencia del sueño diseñado por Dalí en Spellbound (Recuerda) de Alfred
Hitchcock, pero también en L’année dernière à Marienbad (El año pasado en
Marienbad) de Alain Resnais, una de las obras clave de la Nouvelle Vague
francesa en la que, sin embargo, el tiempo, o mejor dicho su percepción subjetiva,
se convierte en protagonista. Directores de la talla de Fellini nos muestran a lo
largo de todas sus películas el poso del surrealismo filmando escenas oníricas en
Giulietta degli spiriti (Julieta de los espíritus) o desfiles de moda de ropa religiosa
en Roma, imágenes surrealistas que se mezclan con la ironía y la melancolía carac-
terísticas del director italiano.
Interesante es también la aportación del español Val del Omar con la ex-
traña poética de su Tríptico elemental de España, que incluye: Aguaespejo gra-
nadino, Fuego en Castilla y Acariño galaico.
Incluso en tierras tan alejadas del surrealismo como Inglaterra se puede
rastrear la influencia de este movimiento a finales de la década de los 60, en
obras como Yellow Submarine (El submarino amarillo) el conocido musical de
animación dedicado a los Beatles dirigido por George Dunning o en la comedia
The Magic Christian dirigida por Joseph McGrath y estrenada en España con el