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PRESENTACIONES
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mente antes de que empiece la obra exterior de
los pinceles. Así, no lo engañan los ojos de fuera
−malas sirenas−, y si el primer color manchado
en un ángulo de la tela parece débil, él sabe que
resaltará y cobrará su equilibrio cuando, en los
demás rincones del cuadro, florezcan los demás
tintes que viven ya en los ojos de dentro”.
El catálogo que el lector tiene en sus manos
es −como siempre se dice−, complemento, me-
moria y continuación de la muestra; esta vez no
podría serlo con mayor exactitud. Compendia una
rica iconografía del artista y reúne en sus ensayos
una visión integral de aquello que le es peculiar y
que constituye sus aportaciones a la plástica mo-
derna. Berta Taracena, Patricia M. Artundo, Pável
Granados, Jaime Moreno Villarreal y Arturo López
Rodríguez revisan la obra de Rodríguez Lozano a
la luz de consideraciones y desarrollos teóricos y
técnicos de que había carecido.
El Instituto Nacional de Bellas Artes, con
Manuel Rodríguez Lozano. Pensamiento y pintura,
1922 –1958
, da continuidad a sus propósitos de
ahondar en el estudio de los creadores de nuestro
país, los de ayer y los de hoy, así como de difundir
su obra en circuitos cada vez mayores, poniendo
siempre en ello el mejor esfuerzo, y asumiendo la
responsabilidad de que en esta doble labor está la
conservación misma del rico patrimonio artístico
y cultural de los mexicanos.
Teresa Vicencio Álvarez
Directora General
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES