Página 13 - 24_Octubre2013

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» MARCO T. DEVARS
UNA BELLA LABOR
ABELLALABOR
Conservar y resguardar son los objetivos clave de un museo respecto a su acervo. El Patronato del Museo Nacional de Arte ofrece, a través del programa Amigos
Munal, la posibilidad de que el público contribuya a preservar su patrimonio. Un buen ejemplo de las obras que se pueden restaurar es
Après la grève
, de Arnulfo
Domínguez Bello. Conoce la trayectoria de este importante escultor.
E
n las palabras de Miguel
Ángel Buonarroti: “Cada
bloque de piedra tiene una
estatua en su interior y es la tarea del
escultor descubrirla”. Excepcionales
son los nombres de los escultores
mexicanos que han grabado su nom-
bre en la historia del arte, y más aún
que con su trabajo han traspasado
tiempos y fronteras. Uno de estos
destacados artistas fue Arnulfo Do-
mínguez Bello.
Arnulfo perteneció a una gene-
ración de escultores fecundos en la
historia mexicana. Nació en Jalapa,
Veracruz, en 1886. Muchos de sus
contemporáneos fueron destacados
estudiantes y artistas que, nacidos
en México pero becados en Euro-
pa, participaron en las populares
corrientes del siglo. Este escultor
ingresó en la Escuela Nacional
de Bel las Artes donde fue alumno
de grandes maestros y discípulo del
talentoso Jesús F. Contreras. Con
su instrucción y constante trabajo,
esculpió el bajorrelieve de “Nerón”
que lo hizo ganador de una pensión
del gobernador del estado para irse a
estudiar a Europa.
Su permanencia y estudio en
el viejo continente se extendió por
varios años, hasta 1909, donde tuvo
contacto con muchas esculturas y es-
tilos que, para la época, eran los im-
perantes. El realismo en las artes se
había hecho popular. En la escultura,
resaltó la perspectiva y la expresión.
Sobre todo, el trabajo que más influ-
yó a Bello fue el de Auguste Rodin:
utilizó las técnicas de escultura que
se habían heredado desde el renaci-
miento italiano, como el
non finito
,
una técnica empleada por Miguel
Ángel y retomada por Rodin, que se
basaba en esculpir una forma pero
no liberarla de su material original.
Ejemplos de este estilo abundaron
en las obras de Arnulfo Domínguez,
y en otros mexicanos como Jesús F.
Contreras, Enrique Guerra y de Fi-
dencio Lucano Nava, también inte-
grantes del acervo del Munal.
En París, Arnulfo tuvo contacto
con su amigo el ilustrador zacateca-
no Julio Ruelas, cuyos lazos amisto-
sos los llevaron hasta la tumba. En
sus últimos años de vida, Julio mani-
festó su deseo de ser enterrado en el
cementerio de Montparnasse. Y su
voluntad se cumplió: sobre su tum-
ba vela una escultura de mármol
cincelado, que yace dolorosa y que
guarda sus restos. Con esta pieza,
Arnulfo definió su madurez y maes-
tría como escultor al usar el mármol,
que fue un material muy popular.
Aparte de dar una apariencia elegan-
te y delicada, la práctica de perspec-
tivas en este material fue el recurso y
firma de los mejores escultores, que
exaltaba también el dramatismo y la
proporción de los personajes.
Contemporáneo al impresionis-
mo, pero altamente influenciado por
la madurez escultórica del moder-
nismo rodiniano, Arnulfo exhibió
una nueva faceta de su trabajo con la
escultura
Après la grève
; ubicada en
la sala 27 del recorrido permanente
del Munal. Esta escultura fue envia-
da desde París a México como la co-
misión que todos los artistas pensio-
nados a Europa tenían con la escuela.
Aquí la escultura modernista
se alejó de la tradición romántica
de la academia y exploró una nue-
va faceta con el cincel de Arnulfo,
tanto por la temática como por el
material con la que fue hecha. El
título corresponde a una escena:
“Después de la huelga”; la pieza se
compone de un solo personaje que
podemos identificar como un obre-
ro. Con él hay una cadena rota como
símbolo de la lucha por la libertad.
Su expresión acentúa el realismo y
sus ropajes el dinamismo de la pie-
za, que se destaca con el detalle de
las manos, los hombros, y más con-
siderablemente la mirada. Sumado
a sus características físicas, la temá-
tica obrera comenzó a adquirir más
presencia y las representaciones del
pueblo se hicieron más populares.
En México, esta escultura fue grata-
mente recibida por la crítica, aparte
de que ilustró con precisión la situa-
ción de muchos trabajadores que, en
el mismo año (1906), habían sido
reprimidos al levantarse en huelga
contra Porfirio Díaz.
Après la grève
estuvo colocada
en el jardín de Santa Catarina; sin
embargo, se retiró y pasó a ser res-
guardada en el acervo de la Coor-
dinación General de Reordenación
Urbana y Protección Ecológica del
Departamento del DF, hasta que fue
donada al Munal, diez años después
de haberse inaugurado, en 1992.
En cuanto a Arnulfo Domín-
guez Bello, una vez que regresó de
Europa tomó el cargo de director de
la Escuela Nacional de Bellas Artes
a mediados de la década de los años
veinte. Su experiencia y su talento
le valieron el reconocimiento como
uno de los docentes más destacados
de la institución y uno de los escul-
tores más talentosos de la historia
plástica en México.
Como una prioridad funda-
mental para el Munal, atender a las
necesidades de conservación de ésta
y otras piezas de su acervo es una
tarea que asegurará la transmisión
y apreciación del arte que enriquece
nuestro país. Los invito a conocer
este y otros proyectos en los que se
busca generar un fondeo colectivo,
invitando a todo tipo de público a
poner su granito de arena a través
del portal web de Amigos Munal en
www.amigosmunal.org