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munal.gob.mx
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agosto
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2013
FONDO RICARDO PÉREZ ESCAMILLA EN EL MUNAL
BIBLIOTECA
MUNAL
120,504
UNIDADES
23,538
LIBROS
27,000
REVISTAS
32,997
POSTALES
130
VIDEOS
3,000
CARTELES
3,178
PLACAS
29,637
DIAPOSITIVAS
1,024
FOTOGRAFÍAS
IMPRESAS
7,442
LIBROS DEL FONDO
PÉREZ ESACAMILLA
25,797
REVISTASDEL FONDO
PÉREZ ESACAMILLA
E L F O N D O
En el FondoHemerográfico de más de
once mil revistas, que estuvo en res-
guardo en el área de Curaduría años
antes y que en 2010 pasó a la bibliote-
ca para su integración al acervo, nume-
rosas colecciones que dan cuenta del
escenario cultural del México decimo-
nónico hasta el actual figuran en esos
estantes, en los cuales investigadores,
estudiantes y autodidactas pueden
enriquecer sus búsquedas y, sin duda,
provocar nuevos enfoques en diversas
líneas temáticas.
Para darnos una idea de lo que res-
guarda dicho Fondo, basta mencionar
títulos de revistas como el lujoso se-
manario
El Mundo Ilustrado
, fundado
en 1894 por Rafael Reyes Spíndola
como un medio abiertamente porfi-
rista, el cual, como aseguran Denise
Hellion y Gloria Falcón en un estudio
sobre la arquitectura comercial en la
publicidad de este medio impreso: “es
la revista ideal para realizar una vincu-
lación entre la empresa periodística y
la formación de narrativas que cons-
truían y transformaban la mentalidad,
especialmente de los citadinos”. Asi-
mismo, la
Mundial Magazine
, una de
las revistas que dirigió Rubén Darío
en París y donde colaboró Antonio
Machado, la cual se vendía en Améri-
ca Latina y España; la legendaria
Mi-
notaure,
publicada entre 1933 y 1939,
uno de los iconos surrealistas, fundada
por Albert Skira en Paris, que mostra-
ba en su cubierta obras originales de
artistas como Pablo Picasso; el sema-
nario
Multicolor
, que coleccionaba co-
piosamente caricaturas políticas que
dieron cuenta del contexto político de
México entre 1911 y 1914; la revista El
Maestro, que resume la misión educa-
tiva de José Vasconcelos; y, en fin, una
larga lista que incluye títulos decimo-
nónicos como
La Risa, El Mundo, La
Revista Moderna, Revista de México
y
La Orquesta
, lo mismo que fundamen-
tales materiales del siglo xx, como
El
Hijo del Ahuizote, El Machete, Mexican
Folkways, Azulejos, Forma, Zig-Zag ,
Plural, La Antorcha
, el suplemento
La
Cultura en México, Revista de Revistas,
El Tiempo Ilustrado, Cuadernos Ameri-
canos
, entre otros.
¿Y qué decir de los casi quince mil
títulos del Fondo Bibliográfico, que lo
mismo nos presenta el
Index omnium
divi Hieronymi lucubrationum,
publica-
do en 1546 en París, que un Cromber-
ger de 1551; o bien una primera edi-
ción de
La portentosa vida de la muerte
,
de Fray Joaquín Bolaños, de 1792?
Todos los recovecos de esta inmensa e
intensa biblioteca están llenos de emo-
ciones y pasmos para la historia de la
plástica y las letras nacionales, por no
decir también la historia y la política.
Poemarios de numerosas plumas céle-
bres de nuestra literatura, cuentos del
Dr. Atl, reflexiones de Nahui Ollin, la
biblioteca de “El Chapulín” (ilustrada
por Diego Rivera y Roberto Montene-
gro, entre otros), numerosas obras de
Alfonso Reyes y Vicente Riva Palacio,
libros conmarcas de fuego, ejemplares
sobre la historia de la imprenta, diccio-
narios de la caricatura mexicana y de
la masonería en México, textos sobre
el periodismo, descripción de las artes
de cada estado de la República, obra
francesa sobre México en el periodo
porfirista, títulos de las vanguardias y
en especial del estridentismo; en fin,
un etcétera que nos llevaría numerosas
cuartillas enumerar.
Es, pues, un laberinto en el que da
gusto perderse, en el que se han forjado
ideas y discusiones de alto nivel y consi-
derable profundidad. De tal suerte que
los Fondos Ricardo Pérez Escamilla no
han venido a sumarse o a nutrir el acer-
vo bibliohemerográfico de nuestros
estantes en el Munal, no sólo eso, sino
que por sí mismos constituyen un cos-
mos de pensamiento vuelto orden en
esa fila de libros y revistas. Podríamos
decir, sin temor a equivocarnos, que la
biblioteca del museo se integró a la de
don Ricardo, que esta prácticamente
duplicación del acervo ha constituido
una disposición y una armonía nuevas,
como el silbido del joven que se integra
a una música que llega a él lejanamente
o como la brisa que se acopla al viento
firme de las altas cumbres.
¿QUIÉN FUE RICARDO
PÉREZ ESCAMILLA?
Nacido en la Ciudad de México el 3 de
marzo de 1931, fue uno de los conoce-
dores más profundos del arte mexicano
y en especial de personalidades como
Diego Rivera y Frida Kahlo. Figuró en el
medio cultural nacional bajo las face-
tas de coleccionista, curador, museó-
grafo, investigador, valuador, promotor
cultural y analista de la producción
de arte, sobre todo de los siglos
xix
y
xx
. Estudió la carrera de Derecho en
la Universidad Nacional Autónoma de
México, así como Historia del Arte en
la misma Alma Mater y en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia.
Fungió como curador de numerosas
exposiciones dentro y fuera de Méxi-
co, y dictó conferencias en diversos
espacios museísticos y artísticos del
país. Convivió con artistas como Carlos
Chávez, José Clemente Orozco, Diego
Rivera, Frida Kahlo, José Chávez Mo-
rado y Lola Cueto. Dedicó casi toda su
vida a rescatar, documentar y difundir
el arte mexicano con sus propios me-
dios, que lo llevaron a conformar en su
domicilio la Biblioteca de Arte Mexica-
no que hoy resguarda el Munal. Murió
a los 79 años, en noviembre de 2010,
en la Ciudad de México.