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munal.gob.mx
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abril
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2013
VANGUARDIA EN MÉXICO (1914-1940)
El laboratorio
experimental
LA EXPOSICIÓN
VANGUARDIA ENMÉXICO (1914-1940)
,
QUE SE INAUGURARÁ EL PRÓXIMO
2 DEMAYOENELMUNAL
, TIENE COMOOBJETIVO REPLANTEAR UNA PARTE DEL
RELATOSOBRE EL ARTEMEXICANODEDOSDÉCADAS, ENLASQUE SEDESARROLLÓELMOVIMIENTOESTRIDENTISTA. LAVISIÓNNOCTURNADE LAURBE, LASNARRACIONES
CRIMINOLÓGICAS, LASFIGURASDE LOSANDROIDESYMANIQUÍES, YELCINEDEVANGUARDIA, SONPARTEDEL IMAGINARIOENELQUEAHONDÓESTAPROPUESTAESTÉTICA.
»
DAFNE CRUZ PORCHINI
C
asi siempre se
hapensadoque la cultura
mexicana ha tenido visiones contrapuestas.
La primera generalmente se atribuye a losmuralistas, dentro
de un imaginario nacionalista que podría quedar fundamentado en la novela
de Mariano Azuela,
Los de abajo,
mientras que ejemplos pictóricos serían los murales de Diego Rivera y
José ClementeOrozco. La otra visión encontró eco en las propuestas de los poetas y escritores que publi-
caron en las revistas literarias de la época. La colaboración entre artistas y literatos llevaron a la adopción
de un formalismo bastante radical que acompañaron de una experimentación visual. Desde la tribuna
de Diego Rivera, se atacó esta corriente, y supuso un “afeminamiento” en las artes. Generalmente se ha
concebido que estas dos posturas son totalmente contrapuestas; por tal motivo esta exhibición quiere
cuestionar esta dicotomía a través de la
búsqueda de otras
formas
de narrar, sin
suponer que únicamente el nacionalis-
mo fue la única manera de contar una
o varias historias.
Vanguardia en México
mostrará un
conjunto de obras que se inspiraron en
una experimentación plástica, formal
y temática sin concebirse totalmente
contrarias a la cultura nacionalista.
Muchas de las obras que aquí se inclu-
yen fueron realizadas por artistas clara-
mente identificados con la tendencia
revolucionaria oficial; sin embargo,
también tuvieron un compromiso cla-
ro con la experimentación formal y las
estrategias de vanguardia.
Esmuy importantemencionar que
el planteamiento que da lugar a esta ex-
posición se integra totalmente con un
postulado de la historia literaria; por
tanto queremos proponer otros pun-
tos de vista dentro de esta cultura vi-
sual mexicana y que al mismo tiempo
permita la inclusión de una tendencia
como otra. En este sentido, debemos
mencionar que hubo una difusiónmuy
evidente de la experimentación narra-
tiva entre todos los grupos de literatos
y artistas de la posrevolución. Si algo
tienen en común Mariano Azuela, Sal-
vador Novo, Arqueles Vela, Julio Prieto,
el Doctor Atl y otros artistas igualmen-
te distintos o hasta opuestos entre sí, es
su escritura de relatos experimentales,
casi siempre breves, no completamen-
te lineales, en los que destacan el mo-
nólogo interior y la ambigüedad tanto
espacial como temporal.
En este contexto, veremos la noción de vanguardia
como un conjunto de prácticas artísticas y estéticas preocu-
padas demanera preponderante por lamodernidad cultural,
donde se han asimilado las prácticas y propuestas artísticas
europeas, poniendo el centro la noción de “obra de arte”, ha-
ciendo de lado las preocupaciones políticas.
La exhibición le dedicará un lugar significativo al Estriden-
tismo, la primera vanguardia formal de México: a sus ma-
nifiestos, publicaciones, ilustraciones, y en particular, a las
versiones conocidas de
El café de nadie
, de Ramón Alva de
la Canal. El Estridentismo -cuyo importante acervo está en
el Munal-, había tenido dificultades para ingresar en el ca-
non del arte moderno en México, en cierta medida porque
el arte más ligado a sus postulados fue de muy pequeño for-
mato, en tanto que sus mismos artistas acabaron adhirién-
dose a las prácticas del muralismo mexicano.
De este modo, esta exposición reúne algunas obras de
artistas que pudieron o no haber participado del canon na-
cionalista de la pintura mexicana pero que evidenciaron su
interés por las formas novedosas de la narración. El ejemplo
más claro de esta apuesta son los dibujos de Alfredo Zalce,
firmadas con el seudónimo “ERA”, para la revista
Fantoche
-dirigida por Ernesto García Cabral-, mismas que no ocul-
taron su lectura de las imágenes crueles y violentas de los
artistas alemanes Max Beckmann y Georg Grosz, quienes
exploraron los medios para construir un episodio que sería
parte de un relato o historia mayor. Estas imágenes serán
contrapuestas a los grabados políticos más conocidos del
mismo artista en el Taller de Gráfica Popular. Con estas
obras de Zalce fue posible realizar un ejercicio: la corres-
pondencia entre un dibujo y una narración estridentista,
La señorita Etcétera
, de Arqueles Vela. Los temas parecen
ser comunes: la protagonista es una mujer mecanizada que
surge con la aparición de un cadáver femenino, centro de
un crimen:
“Era, en realidad ella, pero era una mujer automática. Sus
pasos armoniosos, cronométricos de fox-trots, se aleja-
ban de mí, sin la sensación de distancia. Su risa se vertía
como si en su interior se desarrollara una cuerda táctil
de plata. Sus miradas se proyectaban con una fijeza in-
candescente. Sus movimientos eran líneas rectas, sus
palabras las resucitaba una delicada aguja de fonógrafo”.
La mujer recién asesinada, se presenta como prueba irre-
futable donde se procederá al registro metódico de su po-
sición, como parte de todos los procedimientos judiciales
de rigor. El crimen se escapa de la organización de la ley y
Estridentismo
por tanto, de la racionalidad. Recor-
demos que en diversas imágenes de la
década de los años treinta, había múl-
tiples imágenes que complementaban
el morbo de los crímenes cometidos,
donde policías, forenses y abogados
operaban como testigos presenciales
de los restos mortales de las víctimas.
De manera simultánea se presen-
taron los temas de la vida nocturna
que son referente de una concepción
caótica de la modernidad que mani-
fiesta desconcierto y miedo público, y
varias de esas obras están presentes en
la muestra. La criminología y el orden
social alterado adquirieron una resig-
nificación como prueba de la nueva
modernidad emergente. En la obra de
Zalce, una figura que se sitúa entre los
hombres y los objetos, y toma la for-
ma de un maniquí, una muñeca o una
autómata sexualizada. Si observamos
con detenimiento la producción artís-
tica de la época en Leopoldo Méndez,
José Chávez Morado o Agustín Lazo,
veremos que aparecen de forma reite-
rativa estas mujeres: muchas de ellas
están representadas en medio de un
asesinato en cualquier habitación de
hotel, o bien, aparecen decapitadas o
mutiladas.
Se realizará
un coloquio
internacional
alusivo a la
exposición, el
cual se llevará
a cabo el 23 y
24 de mayo del
presente año.
Ramón Alva de la Canal,
El café de nadie (segunda versión),
1927.