24
NÚM. 13
|
FEBRERO
|
2013
C I N E
FRANCISCO
ZÚÑIGA:
LOS CUERPOS Y SUS
ARRUGAS
U
na de las hipótesis más fascinan-
tes sobre la manera en la que
percibimos y conocemos el mundo
sensible surgió el siglo pasado y lleva
el término técnico de Gestalt. Los psi-
cólogos de la forma, Wolfgan Köhler
y Kurt Koffka avanzaron la idea de
que poseemos ciertos esquemas sen-
soriales que le dan forma a la reali-
dad. Así, no es que un paisaje tenga
una forma dada de antemano, sino
que nuestros sentidos actúan y mol-
dean lo que perciben: la intensidad
del azul del cielo, los olores, los soni-
dos, las vibraciones de la luz y todos
esos etcéteras sensitivos.
Estas Gestalten tendrían una base
perceptiva y genética predominante
pero estarían siempre delimitadas
por nuestro medio social y cultural.
Esto explica muchos fenómenos del
lenguaje, como que los esquimales
sean capaces de distinguir entre 30 y
40 tonalidades de blancos distintos;
es decir: no es que el hombre citadi-
no no tenga ojos para ver los colores
que ve el esquimal, es que su esque-
ma sensorial no ha sido entrenado
para darle relevancia a esos mismos
matices que para el esquimal son
cuestión de supervivencia.
José de Jesús Francisco Zúñiga
Chavarría ha anclado sus Gestalten
-- moldes, trajes para vestir la reali-
dad, cartabones y brújulas-- en un
paisaje muy conocido para nosotros.
Costarricense y mexicano conoció de
cerca los territorios de un sol que lo
apaisaja y lo limpia todo. A primera
vista, sus lienzos parecen hablarnos
de los macchiaioli italianos, pero si
penetramos con más cautela, vere-
mos una cierta línea curva imposible
de surgir en otro contexto que no sea
el del trópico de Cáncer. Lo que le
preocupa a Zúñiga son los huecos y
surcos en los cuerpos hendidos por
la mano invisible del tiempo, hechos
esculturas; hueco no en el sentido de
lo vacío sino de lo completo, como él
mismo dejó escrito:
“LA ESCULTURA PARA MÍ ES UN COMBATE
POR LA VIDA, POR UNA HUMANIZACIÓN
QUE NO LLEGA, EN ESTA DANZA DE LENTA
ESPERA, QUE A VECES PASAMOS SIN VER-
LA, ESPERANDO LLEGAR A LO ESENCIAL.”
Cuatro filmes buscan dialogar con el
paisaje del maestro Zúñiga y su trazo,
con su Gestalt y su espíritu. Los es-
EL AMOR EN SOLITARIO
O LOS DESPOSORIOS
MÍTICOS DE SANTA ROSA
M
arlon
L
eyte
y
R
ogelio
D
íaz
D
entro de los estándares suti-
les por los que se mueven los
abstractos discursos de aquella ex-
presión de realidad humana que lla-
mamos arte, y la ráfaga de sentimen-
talismo que solemos llamar amor,
convergen cuatro joyas cinemato-
gráficas contemporáneas destinadas
para los románticos solitarios:
Copia
fiel
de Abbas Kariostami:
Contra la
pared
de Faith Akin:
Amor y muerte
de Woody Allen y
Seguridad no ga-
rantizada
de Collin Trevorrow.
En
Copia fiel
, se hace presente
el tema del original y la copia, del
arte como imitación. James Miller,
un escritor Inglés presenta su nuevo
libro sobre las virtudes que posee la
copia artística, argumentando que
ésta, es mucho más cercana al mo-
delo de dicha pintura que la obra
original en sí. El suceso, provoca el
encuentro del escritor con una ga-
lerista francesa. A través de un viaje
por la toscana italiana, la película
propone interrogantes sobre el arte
y la cultura, sobre el ser humano y la
vida en pareja.
En
Contra la pared,
se nos pre-
senta la cruda historia de Cahit, un
turco inmigrante sin muchos ánimos
por vivir que es recluido en un hos-
pital psiquiátrico después de inten-
tar suicidarse. Ahí, se encontrará con
Sibel, una joven turco-alemana, que
finge un intento de suicidio para li-
berarse del conservadurismo de su
familia. A partir de su encuentro se
construirá una relación obstaculiza-
da por la fatalidad y una interrogan-
te ¿Puede el amor entre dos suicidas
prevalecer ante situaciones dónde la
vida todo lo envenena?
Por su parte,
Amor y muerte
es
una prueba más de que el amor,
puede ser un viaje con boleto sin
retorno. Lleno de sentimientos erró-
neos que pueden confundirse con la
pasión y el deseo, Sondra Pransky
(Scarlett Johansson) es una bella y
joven estudiante de periodismo que
por azares del destino viaja a Lon-
dres, sin saber que los caminos por
los que transita se verán alterados
por una proyección espectral, que
anuncia la identidad de un asesino
en serie que aterroriza a la ciudad.
Como pieza final de este com-
pendio de escenas y tramas que
llevan puestas la bandera del amor,
planteamos la siguiente pregunta
¿Qué haría, usted, querido lector,
si en el periódico saliera un aviso
solicitando un acompañante para
viajar en el tiempo?
Seguridad no
garantizada
, expone la intermina-
ble búsqueda de la inmortalidad
de las emociones y sentimientos,
mediante la excusa de viajar en el
tiempo para poder así hablar del
amor. Kenneth joven obsesionado
por el pasado, Darius, una chica
que no ha encontrado aún su desti-
no en la vida y Jeff, periodista con-
sumado y satisfecho con su vida,
Arnau es un joven hindú cuya rela-
ción con las mujeres es inexistente
debido a no saber cómo tratarlas.
Juntos emprenderán un viaje de
autodescubrimiento, donde cada
uno decide su posición en la vida y
conocer la verdad sobre los viajes
en el tiempo.
UNA VISITA AL DESIERTO DE
ZÚÑIGA Y ANTONIONI.
cenarios llevan un rasgo horizontal y
cetrino compartido, pero las visiones
de sus directores, tal como en el caso
del pintor, hacen resaltar sólo algunos
picos y honduras del espíritu huma-
no bien escogidos: la desesperanza,
la vejez, la armonía. Destaco uno de
entre ellos:
El pasajero o Professione:
reporter
, es quizá la mejor película de
uno de los mejores cineastas de todos
los tiempos, Michelangelo Antonioni.
El vínculo con Zúñiga parecerá for-
tuito, pero se hace evidente si pen-
samos que todo genial creador busca
en la fuerza y la quietud de las formas
el perfeccionamiento del Arte; el pin-
tor con la fuerza de la línea, el cineas-
ta con la quietud del plano secuencia.
O como él mismo dejó escrito:
“LA FORMA ESTÁ ESENCIALMENTE LIGADA A LA
REPETICIÓN; EL ÍDOLO DE LO NUEVO ES PUES
CONTRARIO A LA PREOCUPACIÓN DE LA FORMA”.