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DOSSI ER
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2012
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EL PLACER Y EL ORDEN.
ORSAY EN EL MUNAL
CUANDO EL ARTE MEXICANO
SE PRESENTÓ AL MUNDO
ESTAS OBRAS, PERTENECIENTES AL
ACERVO DEL MUSEO NACIONAL DE ARTE,
FUERON EXHIBIDAS EN LAS EXPOSICIONES
UNIVERSALES DE PARÍS EN 1889 Y 1900, CON EL
OBJETIVO DE MOSTRAR UN MÉXICO COSMOPOLITA Y MODERNO.
Antonieta Bautista
D
e s d e
1851 se
celebraron recurrentemente en
todo el mundo ferias o Exposicio-
nes Universales, logrando reunir en
un mismo espacio de exhibición a
un gran número de países tanto de
orientales como occidentales. Las
Exposiciones permitían dar cuenta
de los adelantos industriales de los
países invitados, así como incluir
todo el conocimiento de la humani-
dad derivado en sus productos ar-
tísticos y culturales; con esto, cada
proyecto presentado competía por
obtener los mejores lugares de las
medallas otorgadas por el jurado.
México inició sus actuaciones
en las ferias mundiales desde 1880,
significándole la oportunidad de
presentar una imagen de nación
moderna, al promover el desarro-
llo de la industria nacional y al tratar
de cambiar la percepción general
de violencia y atraso que los euro-
peos tenían del país que había sido
asolado por conflictos políticos
prácticamente desde su Indepen-
dencia. Dos de las más grandes
participacionesmexicanas en estas
exhibiciones se celebraron en París,
la primera en 1889 y la segunda en
1900. Dichas participaciones fue-
r o n
cons i -
d e r a d a s
como
un
progreso diplo-
mático, debido a la
culminación de los con-
flictos entre México y Fran-
cia, detonados por la interven-
ción francesa y por el fusilamiento
de Maximiliano de Habsburgo.
La primera participación de
los artistas mexicanos en 1889
resultó ser un estímulo para su
integración en las posteriores
exhibiciones, debido a que al-
gunas de las obras que se envia-
ron fueron galardonadas por el
jurado de la Academia francesa.
Actualmente algunas de estas
obras se exhiben y pueden ser
apreciadas en las salas de Mu-
nal; por ello presentamos en los
siguientes apartados algunos
detalles generales de la organi-
zación, así como un ejemplo de
las obras que se incluyeron en
las dos muestras.
EXPOSICIÓN
UNIVERSAL DE 1889
En ese año, algunos de los paí-
ses participantes fueron Alemania,
Rusia, Serbia, Dinamarca, Grecia,
Noruega, Finlandia, Estados Uni-
dos, Guatemala, El Salvador, Chi-
le, Ecuador, Argentina, Bolivia y
Uruguay. Ubicada en el Palacio de
Champs de Mars
, se destacó por
ser una de lasmayoresmuestras de
ar te
n u n -
ca antes
presentada;
además de ser la
primera exposición
en la cual expusieron los
artistas mexicanos. La selec-
ción de obra fue coordinada por
José María Velasco y se asignaron
como colaboradores a los artistas
Santiago Rebull, Gabriel Guerra,
Antonio Rivas Mercado y Jesús
Contreras. Cabe hacer
mención que, debido a la
complejidad del proyecto, la
construcción del pabellón se re-
trasó, provocando que se inaugu-
rara un mes después, respecto de
la gran apertura oficial de toda la
feria; por tal motivo, en el catálo-
go general de la exposición no se
registró la participación mexicana.
Los géneros pictóricos re-
presentados fueron el paisaje, la
pintura de historia, ejemplificada
en el tratamiento de los temas
indigenistas y la pintura religiosa.
El jurado, integrado en su mayo-
ría por franceses como Jean-Louis
Ernest Meissonier y Pierre Puvis
de Chavannes, concedió un total
de tres medallas, una mención y
una condecoración; José Jara y
Andrés Belmont obtuvieron me-
dallas de bronce, Alberto Bribies-
ca una mención honorífica, y José
LA
TORRE
EIFFEL FUE
CONSTRUIDA
PARA LA EXPOSICIÓN
UNIVERSAL DE PARÍS, CON
MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN
DEL CENTENARIO DE LA
REVOLUCIÓN FRANCESA (1889).
EN UN PRINCIPIO LA TORRE
SERÍA DEMOLIDA VEINTE AÑOS
DESPUÉS, PERO TRAS LOS
ESFUERZOS DE SU PROPIO
CONSTRUCTOR, QUE DEFENDIÓ
LA UTILIZACIÓN DE LA TORRE
COMO ANTENA, SE DECIDIÓ
REVOCAR SU DESAPARICIÓN.
José Jara
El velorio, 1889
Óleo sobre tela
Disfruta de esta obra, que obtuvo la me-
dalla de bronce, en la Sala 24 del recorrido
Permanente