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Núm. 8
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SEPT I EMBRE
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2012
1949
El 7 de septiembre de 1949 murió en la Ciudad de México
José Clemente Orozco
, muralista, pintor
y grabador, considerado uno de los “tres grandes” de la Escuela Mexicana de Pintura.
Ubicadoen la callede Isabel laCatólicanúmero
30, estepalaciobarrocoes considerado como
unade las construccionesmás antiguas de la
CiudaddeMéxico. Susmuros hanhospedado
adistinguidos personajes, y guardan
tambiénun valiosomural. Hoy endía seha
transformadoenun centrodeactividades
comerciales sinperder su valor histórico.
E
l explorador Alejandro de
Humboldt se refirió a esta urbe
como “La Ciudad de los Palacios”.
Epíteto que hoy en día difícilmen-
te puede definirla, pues muchos de
ellos fueron demolidos para levan-
tar en su lugar modernos edificios,
otros cedieron al deterioro o a los
incontables terremotos. Sin embar-
go, todavía quedan algunas cons-
trucciones magníficas, que han
sido restauradas, como es el caso
del palacio barroco que perteneció
al Primer Conde de Miravalle.
Para ser exactos, el nombre de
este ilustre personaje del siglo
xvii
era
Don Alonso Dávalos Bracamontes de
Ulibarri y de la Cueva. Era canciller
mayor del Tribunal de la Santa Cru-
zada del Reino de la Nueva España,
organismo encargado de proceder
en los litigios y causas surgidas por
la administración y cobranza de bu-
las (gracias o privilegios concedidos
por la Cancillería Apostólica). Don
Alonso fue una figura importante en
la sociedad colonial, ya que además
fue patrono de misiones organiza-
das por jesuitas y franciscanos en
Baja California.
Con el correr de los años, este
palacio ha tenido distintos usos.
E
steban
A
zcárate
a r c h i v o s s e c r e t o s
Hacia la década de los cuarenta
del siglo
xix
fue sede del Ateneo
Mexicano, asociación literaria fun-
dada por don Ángel Calderón de la
Barca, entre cuyos miembros se en-
contraban Andrés Quintana Roo y
José Gómez de la Cortina, el famo-
so Conde de la Cortina. Posterior-
mente la antigua casona albergó al
Hotel del Bazar, que funcionó hasta
la década de los treinta del siglo
xx
,
y al que se consideraba uno de los
más cosmopolitas de la época.
Poco después, el palacio fue
transformado por su entonces dueño,
Francisco S. Iturbe, en el Edifico Jar-
dín, cuyos despachos dieron cobijo
a la Sinfónica de México y al Parti-
do Acción Nacional. Rodolfo Usigli
(1905-1979), autor de la novela clásica
Ensayo de un crimen
, que llevara al
cine Luis Buñuel, vivió también en-
tre sus muros. Iturbe, quien era me-
cenas del pintor Manuel Rodríguez
Lozano, le encargó en 1945 el mural
titulado “Holocausto”, el cual puede
apreciarse al fondo del patio central,
presidiendo las escaleras.
Actualmente, la antigua casona
del Conde de Miravalle es propie-
dad de la familia Sacal, y alberga,
entre otros negocios, el Azul His-
tórico, restaurante de comida mexi-
cana que se caracteriza por realizar
mes con mes festivales de cocina
de diferentes regiones o temas.
Próximamente, abrirá también sus
puertas el Hotel Downtown.
Cuatro siglos de historia para
un palacio que ha sobrevivido a la
destrucción. Por las noches, cuan-
do las luces de los negocios se apa-
gan, se puede escuchar el rumor de
pasos antiguos y de conversaciones
que continúan sucediendo en otro
tiempo, apenas por debajo de la
piel de la ciudad moderna.