25
Xavier Guzmán Urbiola
monumento y la forma en que resolvían la transición entre el volumen cú‑
bico de la base y las formas cilíndricas del tambor y la cúpula (preocupación
del arquitecto). La decisión, por unanimidad, favoreció a Oliverio.²⁷
En seguida Oliverio “rehizo sus bocetos” y firmó un contrato con el
arquitecto. Según éste, el escultor debía ejecutar en plastocemento los tres
restantes grupos, supervisar las tallas en cantera, así como “tocar” personal‑
mente cada una de las piezas de los conjuntos. Recibiría 20 mil pesos, más
15 pesos de “subsidio” diario hasta terminar los cuatro grupos durante ocho
meses, a partir del 16 de noviembre de 1934. Se le entregarían 5 mil pesos al
arrancar las obras, otros 5 mil al entregar las cuatro maquetas del tamaño
final, y el resto cuando entregara los cuatro grupos escultóricos a satisfacción
del Comité y de Obregón Santacilia. Si los trabajos se veían interrumpidos no
se le abonarían los 15 pesos diarios.²⁸
Sin embargo, sobrevino el cambio de gobierno el 1 de diciembre de
1934. Lázaro Cárdenas tomó posesión como presidente de la República y la
obra se suspendió. El contrato no tomó en cuenta esa eventualidad y menos
aún el famoso rompimiento entre el nuevo presidente y el ex Jefe Máximo
—proceso que se inició seis meses después y culminó en abril de 1936—.²⁹
La importancia de dicho suceso radica en que siendo Plutarco Elías Calles
uno de los promotores del monumento, sus malquerientes le confirieron al
mismo mucha de la inquina dirigida contra Calles y, a partir de entonces,
la obra avanzaría a paso lento hasta 1938.³⁰
Los grupos escultóricos
Hay que enfatizar que fue decisión del escultor colocar siempre “una figura
de pie” con el “fondo del contrafuerte” y dos figuras sedentes, sin “salirse del
paño del monumento”, como lo exigió el arquitecto, ligando y complemen‑
tando con obra artística la arquitectura.³¹ En tanto que Obregón Santacilia
decidió los contrafuertes haciendo un fondo a los grupos escultóricos, como
lo prueba el hecho de haber levantado sus estructuras metálicas antes de
colocar las maquetas para la tercera etapa del concurso.
Obregón Santacilia documentó cómo fue que el escultor tomó como
modelos a “algunos maestros albañiles (Alejo Raya, por ejemplo) y mecá‑
20.
Se trata de sillares de 90 por 90 centí‑
metros.
21.
Carlos Obregón Santacilia,
50 años de
Arquitectura Mexicana
, México, Editorial Patria,
1952, p. 86; Obregón Santacilia,
El Monu‑
mento a la Revolución. Simbolismo e Historia
,
México, SEP, 1960, p. 43.
22.
Ibídem
.
23.
Obregón Santacilia,
50 años
…,
op. cit.
,
p. 86;
El Monumento
…,
op. cit.
, p. 49. Ahí
escribió que él decidió “abrir el concurso”.
24.
En viejas fotografías es claro que los
contrafuertes ya habían sido definidos con una
estructura metálica.
25.
Raquel Tibol,
op. cit.
, pp. 33 y 34.
26.
Agustín Arteaga,
La Escuela Mexicana
…,
op. cit.
, p. 164.
27.
Para la explicación del concurso y los cri‑
terios del jurado véase Obregón Santacilia,
El Monumento
…,
op. cit.
, pp. 49 y 50; Raquel
Tibol,
op. cit.
, pp. 33 y 34; Agustín Arteaga,
La Escuela Mexicana
…,
op. cit.
, pp. 163 y ss;
Agustín Arteaga, “Oliverio Martínez”,
op. cit.
,
pp. 103 y 104.
28.
El contrato en
Ibídem.,
p. 50; Raquel Tibol,
op. cit.
, p. 34.
29.
John W. F. Dulles,
op. cit.
, pp. 503 y ss, 554
y ss, 572 y ss, 580 y ss, y especialmente 585 y
ss, 602 y ss y 616 y ss.
30.
Obregón Santacilia,
El Monumento
…,
op.
cit.
, pp. 38 y 39.
31.
Obregón Santacilia,
50 años
…,
op. cit.
,
p. 86;
El Monumento
…,
op. cit.
, p. 50. Véase
también la carta del mismo arquitecto al
escultor Victorio Macho en Lima, Perú, 19 de
febrero de 1948, Conaculta, INBA, DA, ACOS.