Escher pintando un mural
para un cementerio en Utrecht
The M.C. Escher Company
Desde el momento en que se conocieron los dibujos y las litografías de M.C. Escher,
la historia de la plástica cambió. Muchos guardamos en la memoria el extrañamiento frente al par de manos que
parecen salirse del papel o de las escaleras que desafían nuestras nociones habituales del espacio, esas formas
ahora son ya parte del imaginario colectivo.
El artista realizó una feliz unión entre las ciencias exactas y las bellas
artes, fue bien recibido en el mundo de los matemáticos, y sobre ello se refiere de la
siguiente forma: “A pesar de que no tengo ningunos conocimientos ni enseñanzas,
habitualmente me parece que tengo más cosas en común con los matemáticos
que con mis compañeros artistas”; sin embargo, también ha sido muy querido,
apreciado y admirado por su calidad de artista en el mundo entero.
Con su obra nos alejamos de los elementos del universo lógico, para recalar
en una experiencia laberíntica y de callejón sin salida. La inteligencia del artista
procede a través de la disminución y la partición periódica del plano.
Escher se apropió de los diecisiete grupos de simetría que encontró en una
de las joyas de la arquitectura andaluza, la Alhambra. De modo que, el arte hispa-
noárabe se encuentra en el origen de su estilo.
Difícil es situar al artista en alguna corriente, ya que es verdad que encon-
tramos pocos rasgos surrealistas, sin embargo, su arco temático se divide en las obras
de metamorfosis (
Cielo y agua I
,
Liberación
y
Ciclo
), de las que evocan un retorno cíclico
(
Encuentro: negro y blanco
y
Espirales
) y de aquéllas en las que la sensación de infinito
se impone bajo ciertas particularidades como el uso de la tribarra (triángulo en
el que cada uno de sus lados son cuadrados y sus ángulos de unión son rectos)
y las bandas de Moebius (
Jinetes
, inspirada en H. S.M. Coxeter), logrando una gran
estimulación en sus espectadores. Particularmente en este catálogo de litografías y
xilografías podemos apreciar los recurrentes retratos, autorretratos, dibujos sobre
la naturaleza y paisajes que Escher hizo, además de aquéllos de arquitectura surrea-
lista y secuencias geométricas.
Se trata, sin duda, de un artista que forma parte de la historia del arte,
es él y su obra la que nos reúne en esta ocasión con su exposición y catálogo
en el Museo Nacional de Arte. Para el INBA presentar esta retrospectiva era un
compromiso pendiente, pues un artista de la talla de Escher merece ser visto y
estudiado una vez más por todos los mexicanos.
Teresa Vicencio
Directora general
Instituto Nacional de Bellas Ar tes
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