Página 26 - 23_Septiembre2013

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septiembre
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2013
BIBLIOTECA
DEL ESTANTE A LA EXHIBICIÓN
El acervo de la Biblioteca del Munal participa en las exposiciones temporales mediante las llamadas Salas de lectura. Un espacio cuya misión es
propiciar que el público trascienda los límites de la muestra y pueda obtener un conocimiento más amplio.
»
FERNANDO CORONA
N
o hay exposición de mu-
seo que no implique una
muestra paralela de las
lecturas que pudieron dar lugar a
la realización curatorial, o bien que
dialogan con lo expuesto, o bien que
se derivan de los contenidos que se
exhiben. Dicho de otro modo, no
puede faltar en una exposición la
consecuente muestra de los mate-
riales bibliográficos, hemerográfi-
cos o documentales que permiten
al usuario continuar, profundizar o
acompañar su interés con distintas
fuentes directas o indirectas.
Lo anterior conforma una pre-
misa que se ha convertido en una
tradición en las exposiciones tem-
porales del Munal. “Sala de Lectura”,
“Centro de Información” o “Sala de
Consulta” han sido términos que al
menos desde 2007 han ido partici-
pando y logrando una configuración
especial en la creación y la organiza-
ción de cada muestra. Y no se trata
solamente de contar con un espacio
para integrar los materiales de la bi-
blioteca, sino de un ejercicio conjun-
to y coordinado con las áreas direc-
tamente implicadas con las muestras.
Es atractivo recordar que el an-
cestral
Museĩon
de Alejandría, el
más antiguo museo de la antigüe-
dad, fue justamente –en la dinastía
ptolemaica– un templo dedicado
a las Musas y estaba integrado a la
famosa Biblioteca. Ese recinto es-
taba dotado de salas al servicio de
los eruditos y los sabios, así como
salas de conferencias, observato-
rios y una suerte de laboratorios, sin
contar los espacios destinados para
un alojamiento y un comedor. Y es
que en el Museĩon se realizaba una
actividad particular, consistente en
la recopilación, la clasificación y el
comentario de escritos, extendién-
dose la actividad a la enseñanza y la
investigación. La única objeción es
que no se abría al público y sólo unos
cuantos privilegiados lo gozaban.
De esa noción y esa historia de-
riva todo museo moderno, pues el
concepto se importó a Francia en
los inicios de la Edad Moderna, aco-
plándose la acepción del término
tanto para la comunidad de eruditos
reunidos en la misma estancia como
para las colecciones conservadas en
unos espacios denominados “gabi-
netes de curiosidades”. En ese senti-
do, la labor de los curadores, investi-
gadores y expertos no ha cambiado
mucho. La modificación se dio jus-
tamente en los papeles invertidos
del recinto que alberga al otro. Aho-
ra tenemos un museo que tiene una
biblioteca, cuando en su origen lo
normal fue lo contrario.
Esta conexión temática, que pa-
reciera una adornada digresión histó-
rica, se vuelve interesante al reparar
en la relación que siguen guardando
los investigadores, los eruditos de las
exposiciones, con los acervos de una
biblioteca inserta en un museo. Las
salas de lectura son un producto final,
un muestrario o una mera exhibición
que corona un trabajo pausado y de-
licado. Estudiosos y responsables de
las áreas de Exhibición, Curaduría,
Comunicación Educativa, Editorial,
la propia Biblioteca, entre otras, re-
quieren de los acervos diversos de
nuestros estantes (libros, revistas,
fotografías, videos, carteles, postales
y documentos) y trabajan conjunta-
mente en varios casos, de tal suerte
que la realización de una exposición
vuelve a ser, como antaño, una la-
bor de recopilación de información,
clasificación de materiales y comen-
tarios de diversas fuentes, sólo que
ahora la extensión de la actividad se
enfoca hacia la confluencia de colec-
ciones en una exposición alrededor
de un concepto curatorial. La comu-
nidad de estudiosos en nuestro pre-
sente sigue reuniéndose en similares
estancias y hoy las colecciones con-
servadas en los espacios pertinentes
han rebasado la simple categoriza-
ción de “gabinetes de curiosidades”
(aunque tal vez en el fondo no han
dejado de ser más que ello: repertorio
de materiales para la admiración, co-
lección de elementos pensados para
la curiosidad).
DISCRETA
SUPERVIVENCIA
Es así como, en este contexto y tras
el digno preámbulo histórico que
nos brinda el privilegio de una tra-
dición atesorada, el acervo de la
biblioteca del Munal participa en
las exposiciones temporales y se in-
volucra en ellas mediante una suer-
te de discreta supervivencia de esa
antigua relación entre la biblioteca
y el museo alejandrinos: la sala de
lectura. Se trata de un espacio cuyo
propósito inmediato es acercar al
público de las muestras al acervo
biblio-hemerográfico del Munal,
con el fin de que trascienda los lími-
tes de la exposición y pueda obtener
así un conocimiento más amplio y
una experiencia diferente con los
materiales impresos y virtuales. Y
es que muchas veces este espacio
para la consulta y la indagación da la
oportunidad de ampliar su alcance
inicial al combinar recursos elec-
trónicos junto con la bibliografía/
hemerografía tradicional, con el ob-
jetivo de volver el espacio más inte-
ractivo y atractivo para los visitantes.
Cada sala de lectura es una ex-
periencia nueva y suscita un trabajo
interdisciplinario que, por decirlo
de algún modo, provoca una expe-
riencia en pequeña escala de todo
lo que ocurre en la creación de la
exposición como tal: despliegue
museográfico mínimo, elaboración
de mobiliario especial que dialogue
con la muestra, uso de tecnologías
que hagan más dinámica la partici-
pación del público, curaduría de los
materiales elegidos, así como dis-
posición de un espacio cómodo y a
veces lúdico para el disfrute de los
visitantes.
Desde 2007 con la exposición
Luz de España
, hasta la fecha con
la muestra
México a través de la
fotografía
, veintidós exposiciones
temporales se han acompañado
de distintas experiencias de salas
de lectura, pasando por muestras
dedicadas a Diego Rivera en su ho-
menaje nacional, a James Ensor, a la
confluencia de la Colección Jumex
en diálogo con la del Munal, que
también convivió en su momento
con la del Museo de Arte de Fila-
delfia, a Marius de Zayas, al diálogo
generado entre las colecciones del
Museo de Bellas Artes de Rennes y
el Munal en torno a los conceptos
de la carne y el color, a Alfonso Re-
yes en su homenaje (sala que itine-
ró a Monterrey), al Bicentenario de
la Independencia y el Centenario
de la Revolución Mexicana con el
tema de
El Éxodo mexicano
, a Max
Ernst, a Pablo Picasso y dos series
de dibujos, al arte plumario con la
exposición
El vuelo de las imágenes
,
a Manuel Rodríguez Lozano, a la
convivencia de nuestra colección
con la del Musée d´Orsay, a las
vanguardias en México, a José Gua-
dalupe Posada en su centenario luc-
tuoso, entre otras.
En estas muestras la experiencia
de las salas de lectura ha funcionado
con distintas facetas para el público
visitante, desde el simple remanso
de un lugar cómodo a mitad de la
muestra hasta la indagación directa
de materiales que amplía el espectro
del aprendizaje y el disfrute, propi-
ciando incluso el retorno a la propia
biblioteca para ahondar más en los
temas consultados. Además, es fun-
damental reparar que, en materia de
política cultural, las salas de lectura
se inscriben directamente en las
campañas de fomento a la lectura, lo
mismo que trabajan para el enrique-
cimiento de información para los
estudiantes de todos los niveles que
visitan las exposiciones.
Y, finalmente, es en las salas
de lectura donde todavía se puede
respirar un atisbo del am-
biente que originariamen-
te dio lugar a dos nociones
e instituciones que hoy
son
almas matres
del saber
recopilado y el despliegue
de las culturas y las artes:
las bibliotecas y los mu-
seos. Si en sus orígenes és-
tos eran parte de aquéllos
y en la modernidad se han
intercambiado los papeles,
el fenómeno es sólo el giro
de una moneda que sigue
siendo la misma y cuyas
caras, de todas formas,
propician el enriqueci-
miento de la emoción y la
razón humanas.
NUMERALIA
2007
(2 MUESTRAS, CON
353 EJEMPLARES)
2010
(4 MUESTRAS CON
707 EJEMPLARES)
2009
(3 MUESTRAS CON
447 EJEMPLARES)
2012
(7 MUESTRAS CON
345 EJEMPLARES)
2013
(7 MUESTRAS CON
345 EJEMPLARES)
2008
(3 MUESTRAS CON
517 EJEMPLARES)
2011
(2 MUESTRAS CON
216 EJEMPLARES)
EXPOSICIONES
Y EJEMPLARES
PUESTOS A
DISPOSICIÓN
DEL PÚBLICO