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junio
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2013
EDUCACIÓN
analizadas en clave de narrativas perso-
nales y sociales; allí radica la riqueza y
el valor de tenerlas en cuenta. Sólo de
ese modo podemos pensar en museos
que hagan una diferencia en la vida de
todas y cada una de las personas que
los visitan.
Nina Simon (2010) establece que
se requiere de un verdadero diseño de
la participación para entusiasmar a los
visitantes a participar. La exigencia
mayor de los proyectos de co-creación
con la comunidad es su documenta-
ción y el mayor problema su generali-
zación y cristalización en el tiempo. Lo
que se necesita es un trabajo de inves-
tigación, archivo, clasificación, análisis
del discurso y edición de voces comu-
nitarias que transforme impresiones,
sensaciones, pareceres, imágenes, bo-
rradores y papeles sueltos en hipótesis,
premisas, grandes ideas, narrativas,
conceptos e imaginarios productivos.
Los profesionales con mayor
contacto con los visitantes son los
educadores de museo. Son quienes
tienen las posibilidades de observarlos
continuamente aunque no siempre
documenten esas observaciones. En
este marco, pueden aportar elementos,
intereses y criterios sobre las expe-
riencias, interpretación, aprendizaje,
imaginación y participación de los vi-
sitantes que influyan en el proceso de
la toma de decisiones.
Para el reconocimiento de la re-
lación recíproca entre la sociedad y el
museo el requisito previo necesario
para un uso creativo de las colecciones,
es dejar de ser exclusivamente un "te-
soro que proteger" para convertirse en
un recurso verdaderamente colectivo.
No solamente un lugar de cultura sino
•
Bibliografía
Alderoqui, S. y pedersoli, C.
La educación
en los museos. De los objetos a los visitan-
tes
, Editorial Paidos, Buenos Aires, 2011.
Caillet, E.,
Accompagner les publics
.
L’Harmattan, París, 2007.
Decarli, G.
Museo Sostenible
, 2006.
http://www.ilam.org/ILAMDOC/UnMu-
seo%20Sostenible.pdf
Dood, J.,
Interactivity and Social Inclusion
http://media.vam.ac.uk/media/documents/
legacy_documents/file_upload/5761_file.pdf
Govier, L
.Why and how museums could
develop their co-creative practice with the
public, building on ideas from performing arts
and other non-museum organisations
, 2009.
http://www2.le.ac.uk/departments/
museumstudies/rcmg/projects/leaders-in-
co-creation/Louise%20Govier%20-%20
Clore%20Research%20-%20Leaders%20
in%20Co-Creation.pdf
Rancière J.,
El espectador emancipado
,
2010. http://www.politicas.unam.mx/
razoncinica/site-papime-sep2011/sitio/Jac-
ques_Ranciere/texto.pdf
Simon N.,
The Participatory Museum
,
2010, www.participatorymuseum.org
•
Notas
1.
La Mesa de Santiago se llevó a cabo en
la ciudad de Santiago de Chile en 1972.
Según los documentos del encuentro,
la función básica del museo integral es
ubicar al público dentro de su mundo. En
los museos integrados los temas, colec-
ciones y exhibiciones están interrelacio-
nadas entré sí y con el medio ambiente
tanto natural como social.
2.
En 1983 se crea el MIMON (Movimiento
Internacional para la
Nueva Museología
),
que intenta innovar además de la museo-
logía, pero por sobre todo aboga por una
transformación radical de las finalidades
de la museología y de la mentalidad y las
actitudes de los museólogos.
3
Plan de participación comunitaria del
Manchester Museum 2009-2010: http://
www.museum.manchester.ac.uk/commu-
nity/communityengagement/
4
“Whose cake is it anyway”, Paul Hamlyn
Foundation, Summary Report by Bernar-
dette Lynch, 2009. http://www.phf.org.uk/
page.asp?id=1417
un
lugar social
. Solo cuando la
comunidad, los visitantes, el
público son tomados en cuen-
ta – y no solo contados-, los
museos, pueden empezar a
conmoverse y transformarse.
Como vemos, la “nueva mu-
seología” no es tan joven pero
siguen siendo novedosos los
conceptos de museo integral,
la ecuación entre territorio, pa-
trimonio y comunidad, aún un
compromiso pendiente según
DeCarli (2006).
Desde la política educativa
de cada museo se debe abogar
por una conversación cura-
torial entre los curadores de
los visitantes y los curadores
de contenidos, como práctica
interpretativa de creación de
significados, en interacción
constante con los intereses
y demandas de los visitantes
(Alderoqui y Pedersoli, 2011).
Hoy es imprescindible
pensar nuevos modos para
integrar las colecciones y ex-
posiciones con los públicos.
Hay que pasar el tema de las
voces de los visitantes y la
diversidad de los márgenes
al centro. Recién entonces
podremos plantearnos pre-
guntas al modo de “cómo se
reparte la torta del museo”
4
,
cuestiones tan necesarias para
tender a la reducción del con-
flicto existente entre la con-
servación, la investigación, la
educación y comunicación, y
la co-creación de contenidos
en los museos.