25
munal.gob.mx
|
mayo
|
2013
CINE
Vanguardia soviética:
estética revolucionaria y montaje cinematográfico
»
PABLO MARTÍNEZ ZÁRATE
EN EL MARCO DE LA EXPOSICIÓN
VANGUARDIA EN MÉXICO
, ESTE CICLO DE CINE PRETENDE FOMENTAR LA REFLEXIÓN EN TORNO A LOS DISTINTOS MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS QUE NUTRIERON EL PENSAMIENTO
VANGUARDISTA EN NUESTRO PAÍS.
D
urante las primeras dos décadas del siglo xx,
tanto enMéxico como en la región ocupada por
el entonces Imperio Ruso, la tierra se cimbraba
bajo el grito de revolución. En ambas regiones se fra-
guaban los primeros movimientos sociales del siglo,
levantamientos que involucraban a las clases campe-
sinas, arrojadas a la lucha por la injusticia derivada de
los sistemas opresores del momento y las transfor-
maciones que acontecían en distintos niveles de la
sociedad. Además, el mundo en sí sufría revoluciones impulsado
por lamáquina y la consolidación de la ciudad-fábrica, provocando
reajustes y desajustes en las clases sociales, cambios que aguzaban
las condiciones de inequidad en éstos y otros territorios del mundo.
Este panorama exigió a artistas de diversos rincones del globo
replantearse los principios de tratamiento de la realidad. En el caso
deMéxico, las vanguardias literarias y plásticas no podían correr de
manera aislada al contexto mundial. Así como la máquina acele-
raba los procesos productivos, también fomentaba el intercambio
cada vez más constante y directo entre sociedades. El tránsito de
personas e ideas, por lo tanto, contribuía a que las corrientes artís-
ticas del momento informaran su evolución recíprocamente, y si
bien atribuir protagonismo a alguna en particular sería precipitado,
la estética soviética tuvo una influencia fundamental no solamente
por su potencial creativo, sino por su carácter político.
La cámara y la reproducción mecánica del mo-
vimiento sintetizaban en gran medida el espíritu del
progreso detrás del desarrollo de las naciones: pensa-
miento mecanizado, seriación de imágenes y signifi-
cados, unificación de la visión. En esta línea, confir-
mándose como una potenciamoderna, la
emancipada
Unión Soviética abanderó la apropiación del cinema-
tógrafo como el instrumento creativo y propagandís-
tico de la nueva era tecnificada.
Izando en alto el estandarte de la todopoderosa Revolución,
los cineastas rusos, siempre en
colaboración con otros artistas
(escritores, músicos, arquitec-
tos), jugaron un papel irrem-
plazable en la definición de la
cinematografía como lenguaje
artístico. En esta segunda parte
del ciclo
Revoluciones en pantalla,
comenzamos con algunos de los
fundadores del
montaje soviético
:
Lev Kuleshov, Sergei Eisenstein
y Dziga Vertov.
Kuleshov fue de los pione-
ros en las reflexiones, tanto en
palabra como en imagen, sobre
el potencial de la superposición
de significados en el montaje au-
diovisual. Fue él quien definió al
plano
como el signo constitutivo
del cine. Su visión y postura ante
el séptimo arte, condensada en
lo que se conoce como
efecto Ku-
leshov
, consiste en que el potencial simbólico de una imagen (o un
plano) varía según las imágenes que enmarcan su aparición dentro
del tiempo-espacio de un filme. Por lo cual, si utilizamos una ima-
gen relativamente neutral, como la del rostro inconmovible de Iván
Mozzhujin (experimento Kuleshov, 1918), ésta puede variar a par-
tir de su contra-imagen: Kuleshov, al contrapuntear este rostro con
un plato de sopa, una niña en un féretro y una mujer en posición
seductora sobre un sofá, logra transmitir tres sensaciones distintas
(hambre, dolor y deseo).
Los experimentos de Kuleshov informaron el pensamiento de
los dos grandes teóricos del montaje soviético, Sergei Eisenstein y
Dziga Vertov. Para Eisenstein, el montaje diacrónico componía un
elemento fundamental de la narrativa cinematográ-
fica. Su suscripción a la ideología revolucionaria lo
llevó a explorar distintas narrativas fundacionales de
la u.r.s.s. En cuanto a Vertov, si bien coetáneo y cole-
ga de Eisenstein, tenía nociones de montaje comple-
mentarias, donde el ojo en campo, la flexibilidad al
observar, resultaba en ocasiones más determinante
que el ojo teórico que busca dirigir las emociones,
como en Eisenstein y sus épicas propagandísticas so-
bre la historia soviética. Además, entre sus distintas
posturas, Vertov resaltaba la mala fortuna del cine,
cuyo impulso en grandes "países capitalistas" enca-
denaba su evolución artística a valores del mercado.
"Pero la cámara no tuvo suerte", escribió Vertov en
sus diarios, "fue inventada cuando no existía país al-
guno en el que no reinara el capital."
Para esta segunda parte del ciclo, programare-
mos una película por cada uno de los tres fundado-
res del montaje, rematada con una selección del trabajo de un ci-
neasta
soviético
posterior, Artavazd Peleshyan, nacido en Armenia
en 1938 y reconocido como el creador del "montaje distante".
Comenzamos el 4 de mayo con
Las extraordinarias aventuras
del Sr. West en la tierra de los Bolcheviques
, una sátira del pensamien-
to norteamericano presentada por Kuleshov en 1924. Para conti-
nuar, el sábado 11 desembarcará
El acorazado Potemkin
, obra
insigne de Eisenstein, realizada
en 1925 y que retrata la revuel-
ta de unos marineros contra los
capitanes del régimen zarista,
ocurrida en 1905. El sábado 18
de mayo seguimos los pasos de
El hombre de la cámara de cine
,
dirigida por Dziga Vertov en
1929. Finalmente, el 25 de mayo
presentamos una selección de
cortometrajes y mediometrajes
de Peleshyan, entre ellos
Vida
(1993),
Fin
(1991) y
Las estacio-
nes del año
(1971).
No se pierdan la oportuni-
dad de dejarse envolver por estas
obras maestras de la historia del
montaje cinematográfico. Todos
los sábados de mayo a las 16:00
horas en el AuditorioAdolfoBest
Maugard del Museo Nacional de Arte. Además, todos los domingos
de mayo al medio día repetimos la primera parte del ciclo
Revolucio-
nes en pantalla
, inspirado en la "ciudadmoderna". ¡No se lo pierdan!