NÚM.13
|
FEBRERO
|
2013
7
COLUMNAS DE
CARNE Y HUESO
Cristóbal Moreno ha dedi-
cado 30 años a trabajar en
el Museo Nacional de Arte,
y confiesa que ha sido la
mejor experiencia de su
vida. Y es que la historia del
Munal no sólo se cuenta con
sus piezas de exhibición ni
con su bello edificio, sino
también por medio de las
personas que han laborado
en él para que día a día
funcione como una de las
instituciones museísticas
más importantes del país.
Moreno recuerda nostál-
gico sus primeros días de
trabajo, y se ve a sí mismo
caminar por los pasillos del
edificio con su uniforme de
custodio, allá por el año de
1982. Era un joven que no
se conformaba con cuidar el
Museo, para alguien de su
edad resultaba un trabajo
aburrido. A él le gustaba
moverse, conocer y apren-
der. Fue así que logró subir
de puesto convirtiéndose
en chofer que recorría la
República Mexicana trans-
portando obra, y después
se transformó en Promotor.
Ahora hace todo lo posible
por retribuirle al Munal lo
que le ha dado a lo largo de
seis lustros. Al inicio, el edi-
ficio contaba con un lúgubre
sótano que, según Cristóbal,
sólo era visitado por los tra-
bajadores porque tenía una
tiendita que era despachada
por un viejito. Después de
tantos años el sótano fun-
ciona como una parte impor-
tante del Museo, ya que ac-
tualmente se encuentran ahí
las áreas de mantenimiento,
talleres y seguridad. En el
tercer piso, donde ahora
están las oficinas adminis-
trativas, anteriormente había
una guardería y hasta una
peluquería que daba servicio
a los trabajadores de telé-
grafos. Han pasado 30 años
y el Munal ha funcionado de
la mejor manera gracias a
personas como Cristóbal,
que son parte importante en
el proceso de ofrecer a los
visitantes una experiencia
cercana al arte. Además de
las diferentes reestructura-
ciones, el edificio sigue en
pie gracias al esfuerzo co-
tidiano de su gente
RESTAURACIÓN DEL ANTIGUO PALACIO DE COMUNICACIONES Y OBRAS PUBLICAS
presentaciones especiales. Ahora
se encuentra en proceso un Cen-
tro de Información y proyectos de
atención al público, que abarcarán
tienda, cafetería y vestíbulo. Otro
proyecto es Conservación del in-
mueble, que tiene la función de
conservar la integridad del edifi-
cio, sus elementos arquitectóni-
cos y estructurales. La planeación
empezó desde un diagnóstico que
se hizo en el 2007, donde se de-
tectaron problemas que sufría el
edificio. Al estudiar las propues-
tas de lo que se tenía que traba-
jar, se dividió la estrategia en tres
partes: la emisión y consolidación
de normatividad para tener todos
los lineamientos; planeación estra-
tégica para darle una continuidad
a la conservación del inmueble,
organización de los elementos a
restaurar (cuáles son los urgentes
y cuáles son las fases de daño) y
su conservación arquitectónica;
por último la actualización de las
instalaciones.
CUATRO ÁREAS
El director del Munal, Miguel Fer-
nández Félix, la arquitecta Elvia
Pérez Samaniego, encargada de la
coordinación y el ingeniero Rubén
Vázquez Zúñiga en el área de man-
tenimiento, fueron los responsa-
bles de desarrollar el proyecto, que
involucró a las áreas de Arquitec-
tura y Mantenimiento. El periodo
de trabajo que contempló fue de
septiembre de 2011 a julio de 2012.
Se enfocaron principalmente en
cuatro áreas importantes: la parte
arquitectónica, conservación de
las instalaciones, innovación tec-
nológica y mantenimiento del in-
mueble. En la parte arquitectónica
se realizó la restauración de 2,300
metros cuadrados de sistemas de
azoteas e impermeabilización del
tercer nivel para cubrir filtraciones
de agua; la restauración de 4 lam-
padarios de la fachada principal y
3 farolas (a inicios del 2000 uno de
los lampadarios sufrió una caída,
lo que obligó a quitarlos todos; su
restauración llevó algunos años y
no fue sino hasta el 2011 que se
logró volver a colocarlos en la fa-
chada del Museo); el retiro de la
malla de protección en fachadas y
la nivelación de 4 puertas de hie-
rro forjado y troquelado de facha-
das; la restauración de 433 puertas
y ventanas exteriores de madera;
sustitución de piezas de cantera y
restauración de la balaustrada del
Patio de los Leones en la parte sur;
renovación de la protección anti-
palomas y limpieza general de la
fachada sur. También se colocó
piso de mármol en el vestíbulo; se
restauraron los escalones en la es-
calera de servicio sur-poniente,20
farolas del Patio de los Leones, 8
portabanderas de la fachada sur, y
la puerta de acceso al Patio de los
Leones.
Otra parte importante del pro-
ceso consistió en el cambio físico
de las instalaciones de agua plu-
vial y aguas negras en el sótano;
se suministró y colocó una subes-
tación eléctrica que tiene conexión
con la Comisión Federal de Electri-
cidad (CFE), y se corrigieron las fil-
traciones de agua pluvial causadas
principalmente por el desgaste de
las tuberías a 12 años de su coloca-
ción. En el área tecnológica se ins-
talaron 17 cámaras fijas de visión
nocturna y dos de movimiento, al
igual que el mantenimiento de 11
cámaras que ya formaban parte de
la seguridad de Museo; se actuali-
zó el sistema de circuito cerrado
de televisión, y se colocaron 64
cámaras en salas temporales, ofi-
cinas del tercer nivel y pasillos. En
el mantenimiento del inmueble se
realizó la reparación de la planta
de emergencia 100KVA; mante-
nimiento de puertas automáticas,
aire acondicionado, elevadores y
montacargas; cambio de la tubería
del sótano que anteriormente era
de polietileno por una de acero, y
también se readecuaron los servi-
cios de telefonía.
Alrededor de 350 personas es-
tuvieron involucradas en la reali-
zación de este inmenso esfuerzo
en el que se invirtieron alrededor
de 40 millones de pesos,otorgados
por el Instituto Nacional de Bellas
Artes y Literatura, de acuerdo al
Reglamento de la Ley de Obras
Públicas y Servicios Relacionados
con las Mismas para la conser-
vación del inmueble.Actualmen-
te el Museo sigue en un proceso
correctivo,las modificaciones pen-
dientes se proyecta que finalizarán
en el año 2015.