Página 5 - 16_Febrero2013

Versión de HTML Básico

5
NÚM.13
|
FEBRERO
|
2013
E D U C A C I Ó N
LA EXPERIENCIA
DE MIRAR
Á
ngel
E
duardo
Y
sita
C
himal
MÁS ALLÁ DE LA TECNOLOGÍA Y
SUS MÚLTIPLES GADGETS -QUE
MUCHO ESTÁ HACIENDO POR
ACERCAR EL ARTE A LA GENTE-,
NO HAY NADA COMPARABLE
A ENTRAR A UN MUSEO Y
CONTEMPLAR EL ARTE EN VIVO Y
EN DIRECTO.
L
os museos tenemos un nuevo
reto: ofrecer una presencia vir-
tual a través de la web y las relacio-
nes que ofrecen las redes sociales
para posicionarnos con un público
demandante de gadgets y de última
tecnología. Parte de este reto es la
modernización de las instituciones
y su acceso a la vanguardia, y la
propia museopedagogía. El Museo
Nacional de Arte, ocupado en estas
necesidades, dedica gran parte de
sus recursos y creatividad en aten-
der estos servicios. Bien, ¿y la obra?
La experiencia tan humana, tan
cercana, tan individual –a veces co-
lectiva– de enfrentarse a una obra
plástica y dejarse llevar por su dis-
curso implícito de forma, ritmo,
color, textura, línea, etc., no debe
olvidarse. Venir al Museo es muy di-
ferente a “apreciar” las obras a través
de la claridad de las pantallas LCD
o de pixeles, que aún siendo de alta
definición, nunca compite con el
maravilloso momento de descubrir
la obra por sí mismo, y deleitarnos
al observar con detenimiento la di-
rección de las pinceladas, de los
grumos o borbotones que la pintura
dejó en su proceso de secamiento;
apreciar cómo el artista plasmó, a
veces con fruición, a veces con de-
licadeza, la pintura en el lienzo, en
ocasiones suave y liso, en otras ru-
goso y grotesco.
La primera pedagogía es la mi-
rada, el encuentro entre el objeto
y el sujeto, la vinculación que lo-
gramos con la obra, que va desde
experiencias personales, hasta ba-
gajes académicos. Lo subjetivo del
arte, en parte es justificado, prime-
ro por nuestra mirada, luego por
nuestra experiencia o sensibilidad.
Nunca habrá mejor color que el que
perciben nuestros ojos. Nunca el
craquelado de las piezas será mejor
a través de un celular o de una ta-
bleta o de una computadora: el cra-
quelado se ve mejor entre nuestros
ojos y la grieta.
Por eso invitamos al público
a que descubra con sus ojos a los
mejores testigos o jueces, que sea
su propia experiencia la media-
dora entre el objeto artístico y la
mirada. Nada se compara a la apre-
ciación que va desde lo personal e
íntimo hasta lo colectivo y público.
Bienvenida la tecnología como re-
curso o herramienta, nunca como
fin y meta. Ven al Munal y reta a tu
mirada a descubrir el arte, porque
venir aquí ya es una experiencia
significativa.
"VENIR AL MUSEO ES MUY
DIFERENTE A “APRECIAR” LAS
OBRAS A TRAVÉS DE LA CLARIDAD
DE LAS PANTALLAS LCD O DE
PIXELES, QUE AÚN SIENDO DE
ALTA DEFINICIÓN, NUNCA COMPITE
CON EL MARAVILLOSO MOMENTO
DE DESCUBRIR LA OBRA POR SÍ
MISMO"