El retrato es uno de los géneros más representativos de la pintura. A través de él los
pintores han dejado plasmado el sentir de los personajes, llegando incluso a trans-
mitir aspectos de su psicología. Otro camino es el autorretrato, donde los artistas nos
muestran sus planteamientos artísticos y sus preocupaciones personales. A continu-
ación te mostramos algunas obras representativas del acervo del Museo Nacional de
Arte con este tema.
A u t o r r e t r a t o ( E l c o r o n e l a z o )
David Alfaro Siqueiros
R e t r a t o d e l p o e t a J o r g e C u e s t a
Carlos Orozco Romero
R e t r a t o A d o l f o B e s t M a u g a r d
Diego Rivera
M a r í a A s ú n s o l o b a j a n d o l a e s c a l e r a
David Alfaro Siqueiros
Diego Rivera
1913
Óleo/ tela
Sala 31
Retrato Adolfo Best Maugard
Carlos Orozco Romero
(1896- 1984)
Óleo / tela
Sala 31
Retrato del poeta Jorge Cuesta
David Alfaro Siqueiros
(1896-1974)
Piroxilina sobre celotex
Sala 31
Autorretrato (El coronelazo)
David Alfaro Siqueiros
1935
Óleo/tela
Sala 30
María Asúnsolo bajando la escalera
Rivera trata de rescatar a este hombre
tan polifacético en sus preocupacio-
nes y realizaciones culturales en
México. Olvidado por alejarse de la
pintura y dedicarse a los menesteres
de la docencia y la promoción cultu-
ral, Best Maugard -llamado por sus
amigos como “Fito”-, es representa-
do con gran elegancia en la cima de la
capital del arte, París. Atrás vemos
re ejadas las grandes construcciones
del hombre como el ferrocarril, las
empresas y centros de recreación
social como la rueda de la fortuna.
Estos hombres se conocieron en
Europa. Rivera, al descubrir su trayec-
toria, lo retrató como un gran hombre
de la modernidad.
Carlos Orozco inició como caricaturis-
ta en periódicos, pero cambió a la
pintura y al trabajo muralista en
Jalisco. Su obra tiene tintes espectra-
les y sus personajes parecen mani-
quíes. Aquí retrata a uno de los
poetas mexicanos más prodigiosos,
que terminó suicidándose a corta
edad. Los dos compartían el gusto
por lo misterioso y las guras noctur-
nas. La obra de Jorge Cuesta es
descarnada, racionalista, utiliza como
temas la ansiedad, el pesimismo, la
vejez, la muerte, el equilibrio. Privile-
gió la forma del soneto. Su poema
más ambicioso y mejor logrado es
"Canto a un dios mineral".
Muralista y militar, hombre de gran
carácter y participación social. Su
ideología marcada por el comunismo
le traería disyuntivas con las autorida-
des, por ello estaría encarcelado y
exiliado en España. Se retrata de una
obra donde el artista viste una toga
griega de color rojo, simbolismos de
la pasión y amor a la revolución que
emana de su mano, la fuerza y la
unión del pueblo. Rompe con la idea
de un retrato tradicional, en donde
se posa y se está en actitud tranquila
para mostrar belleza. Su intención es
verse saliendo del cuadro en una
forma poliangular, fuerte y con gran
detalle y texturas. El resultado mues-
tra la personalidad compleja y apasio-
nada que ostentaba este gran perso-
naje de la cultura nacional.
Esta hermosa mujer fue admirada por
su gran belleza natural, su innata
preocupación por la pintura, que le
llevó a montar su propia galería de
arte. La vemos elegante, pero a la vez
misteriosa y serena; tal vez motivada
por el intenso romance que tuvo con
Siqueiros. Las expresiones amorosas
latían en la correspondencia que se
enviaban en la estancia del pintor en
New York, desa ando esta pasión la
distancia. El retrato es un símbolo de
esperanza lejana, ella se acerca y la
emoción aumenta; pero disminuye al
no mirar al el amante que la espera.
El retrato sigue siendo un medio de
expresión personal e impersonal que
por medio de tonalidades nos
construyen el alma del personaje.
S I G L O X I X
Construcción de una nación
(1810-1910)
Segundo y primer piso, salas 15 a 26
S I G L O X X
Estrategias plásticas para un México moderno
(1900-1954)
Primer piso, salas 27 a 33
P R I M E R P I S O
( cont inua recor r ido)
Anexo
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retratados
y
Retratos