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NÚM.11
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DICI EMBRE
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2012
1958
Zúñiga colaboró con Fernando Gamboa realizandomúltiples reproducciones de piezas prehispánicas
y coloniales para la exposición
Obras maestras de México
en el Pabellón de México en la Exposición
Universal de Bruselas (Bélgica).
P U B L I C A C I O N E S
FATIGAR LAS BIBLIOTECAS
CON SU NUEVA PÁGINA WEB, EL MUSEO N CIONAL DE ARTE BUSCA ESTAR A LA ALTURA DE SU PÚBLICO. VOLVIÉNDOSE
INTERACTIVO, EL MUNAL ALCANZA AHORA MÁS LUGARES QUE ANTES, DÁNDOLE A SU ACERVO MAYOR
ALCANCE. POR EJEMPLO, AHORA PUEDEN CONSULTARSE EN LÍNEA ALGUNOS DE
LOS CATÁLOGOS DE LAS EXPOSICIONES.
D
icen que
el hombre es el único
animal que tropieza dos veces
con la misma piedra; tal vez no,
tal vez hay otros que también lo
hacen. Lo cierto es que no es lo
mismo aprender a evitar la piedra
memorizando su sitio que trope-
zando una o más veces con ella. El
medio utilizado para conocer co-
rresponde entonces a aquello que
conocemos, a la forma en la que
lo conocemos. La piedra no es la
misma si nos pone morada la uña,
que si sólo marcamos su lugar en
un mapa.
De la misma forma ocurre con
el resto de las cosas; y las repercu-
siones de la forma de aprender y
aprehender, es grande. Por ejemplo,
Borges hablaba de “fatigar las biblio-
tecas”; esto es una imagen bonita
pero un estudiante de secundaria o
preparatoria actual, a diferencia de
uno de hace treinta años, ya no tiene
necesidad de fatigar una biblioteca
para encontrar un dato o dilucidar
un concepto gracias a la existencia
del internet. En esto hay gran discu-
sión. Los profesores solían odiar el
internet en la nostalgia del fatigador
de bibliotecas, cuya labor pretendían
más fecunda. Mientras, los estudian-
tes sonrientes, tardan una fracción
brevísima de tiempo en averiguar
muchísima información por vía de
una computadora y dejando a las bi-
bliotecas reposar el sueño del polvo.
No discutiré si bajar la tarea de in-
ternet es bueno o malo; menos aún
si el internet hace mejores o peores
estudiantes; sin embargo, es indiscu-
tible que se trata de una herramienta
de información ineludible. El profe-
sor que no contemple la existencia
de medios digitales para el aprendi-
zaje es anacrónico.
También los museos han evolu-
cionado. Las piezas extáticas cuyo va-
lor es la intemporalidad, han dejado
paso a los objetos que cambian según
la manera en la que los aborda el es-
pectador. El museo es un espacio que
trabaja para producir experiencias
estéticas. El público ha transformado
al museo pidiéndole movimiento, in-
teracción: un público participativo as-
pira a una experiencia que vaya más
allá de la vista, para que una obra diga
todo lo que tiene que decir el museo
trabaja. El arte debe generar hambre
de arte y, para eso, su preparación no
puede ser insípida. Y para hacerse pa-
tente en todo su esplendor, el museo
se ha habituado a estar en muchos lu-
gares, a salir de su edificio.
Para estar a la altura del público
el Museo Nacional de Arte ha salido
y se ha hecho interactivo por vía de
su página web. Y alcanza ahora más
lugares que nunca antes, dándole a
su acervo mucho mayor alcance y
disfrute.
•
El Museo fomenta la expe-
riencia estética para tropezar con ella
muchas veces, y aprehender el arte
desde muchos ángulos. Las piezas
del acervo Munal existen en los muros
pero también en la Red de Bibliotecas
de Arte Mexicano (REBAM) que surgió
como iniciativa del Museo e invita a los
interesados a “fatigar las bibliotecas”;
porque los libros han sido extensión de
los muros para comprender las obras
de arte, sus razones e implicaciones.
•
En el sitio web del Munal
puede uno copiar la tarea. Ahí está la
historia del lugar, su conformación en
museo, sus orígenes y transformacio-
nes a lo largo de tres décadas.
•
Está disponible su acervo
para consulta virtual; hasta ahora nin-
gún museo del país tiene digitalizadas
las imágenes de tal cantidad de obras.
Están por orden alfabético.
•
Y ya que los alumnos bajan
la tarea de la página web del Munal hay
alternativas también para los maestros,
con el fin de que se integren a una nue-
va forma de aprendizaje del arte que
contempla a la web. Está el portal de
maestros en el que se presenta infor-
mación de utilidad para profesores y
estudiantes, se da bibliografía recomen-
dada, hay videos de expertos en diver-
sos temas que apoyan la comprensión
de obras y exposiciones, además de
descargables que contienen preguntas
para reflexionar en torno a la obra, ade-
más de actividades. Estos descarga-
bles para apoyar al maestro están divi-
didos en Prescolar, Primaria (1°, 2°, 3°),
Primaria (4°, 5°, 6°) y Secundaria. Esto
entre otras cosas: el portal para maes-
tros es vastísimo. Para muestra su índi-
ce: “Recursos para maestros”, “Arte y
aprendizaje”, “talleres y visitas guiadas”,
“comunidad”, “multimedia”, “sistema de
búsqueda”, “links” y “contacto”.
¿DÓNDE?
www.munal.gob.mx
• El Mu-
seo digital permite
visitar el edificio sin necesidad
de ir hasta él. Los muros, las escaleras,
los barandales, las salas, todo está en
3D para recorrerlo y descubrirlo gene-
rando una experiencia lo más cercana
posible a la presencia física.
•
La sección “Hub munal” in-
vita a participar a través de Facebook,
Twitter, Flickr o el canal del museo en
youtube. El público comparte sus ex-
periencias y el museo y su público se
retroalimentan constantemente.
•
La vastísima cantidad de
publicaciones realizadas por el Museo
Nacional de Arte está en su sección
correspondiente. Ahí, utilizando una
aplicación, se pueden ver las primeras
páginas de cada libro. Sólo del 2007
al momento, el Munal ha realizado
once publicaciones cada año, casi
una por mes. Estos libros funcionan en
muchos casos como memoria de las
exposiciones pero exceden ese pro-
pósito y se conforman en documento
de investigación, de estudio y disfrute.
Cada catálogo tiene una ficha con la
información contenida en el libro, los
autores que participaron en él, sus
dimensiones, las instituciones partici-
pantes, etcétera. Un vínculo conecta
a su vez con la exposición de la que
forma parte cada volumen.
•
En la sección correspon-
diente a exposiciones hay información
sobre cada una de las muestras, videos
y entrevistas con los participantes: per-
sonal del museo, curadores, etc.
Además de todo esto hay una sección
de tienda, de cartelera, en fin; como
el Museo mismo, una sola visita a la
página no bastará para agotarla.
Para aprehender el contenido
del Museo Nacional de Arte existe
ahora un medio más al que se puede
acceder en cualquier lugar en el que
haya una conexión a internet. Los
medios son cada vez mejores para
conocer el arte mexicano: ya sea que
usted quiera “fatigar las bibliotecas”
o sólo la página web del Museo Na-
cional de Arte.