5
NÚM.10
|
NOVI EMBRE
|
2012
El 23 de noviembre de noviembre de 1883, nació en Zapotlán el Grande, Jalisco,
José Clemente
Orozco
, muralista, pintor y grabador, uno de los “tres grandes” de la Escuela Mexicana de Pintura;
entregó parte de sus memorias a un diario en 1943, publicadas como
Autobiografía.
1883
Los talleres que ofrece el Museo
Nacional de Arte no son para
expertos, sino para dar rienda
suelta al artista que todos
llevamos dentro.
E
l espacio de talleres del Museo
Nacional de Arte se llama “Arte
en construcción”. Con ello quere-
mos dar la idea de un espacio de
creación y experimentación en el
que todo el tiempo se construyen
ideas, obras, formas de expresión,
colores, técnicas…
Los talleres comienzan con las
provocaciones de las obras. Depen-
diendo la temática o exposición a lo
que se avoque el taller, el público
observa en el Museo y llega al es-
pacio con una mirada particular, un
concepto o quizá “un favorito”. Es-
tas provocaciones construyen nue-
vos horizontes.
A veces en el taller se desarrollan
bodegones como aquellos del Arte
Flamenco, obras hechas de plumas
con la técnica de los amantecas en el
Arte Plumario, repeticiones de jue-
Durante la exposición
El placer
y el orden. Obras de Orsay en
el Munal
quienes participen en
nuestro taller Transformando tu
imagen recibirán ideas básicas
sobre la aplicación y el estilo de
las pinturas divisionistas e impre-
sionistas. Para desarrollar una
obra cada quien dibujará su si-
lueta o sombra y la detallará por
medio de manchas de colores tex-
turizadas, tratando de lograr aca-
bados como los de una obra de
Monet o de Henri Edmond Cross.
Este taller es para público de siete
años en adelante.
De miércoles a viernes, previa
reservación, grupo mínimo de 10
participantes. Sábados y domin-
gos de 10:00 a 16:00 hrs., sin
reservación.
Donativo sugerido $20.00
TRANSFORMA
TU IMAGEN
gos geométricos al infinito como lo
hacía Escher o de calcomanía como
los Surrealistas. A veces se crean pai-
sajes con vistas más allá de las que
imaginó José María Velasco, másca-
ras de los cinco elementos pensando
en el agua de una obra de Joaquín
Clausell o en el fuego en una obra
del
xix
sobre la conquista.
Dependiendo el caso, usamos
óleo, acuarela, vinílica, gises, carto-
nes, semillas, huevo, materiales reci-
clables y ramas largas a manera de
pincel, entre muchos otros.
Independientemente de la com-
binación de materiales, técnicas y
temáticas, las personas que entran
al taller reciben siempre una instruc-
ción: no hay manera de equivocarse,
no hay correctos ni incorrectos. Es
un espacio en el que estamos cons-
truyendo.
E D U C A C I Ó N
M
ario
I
ván
M
artínez
C
ristóbal