Núm. 9
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Octubre
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2012
8
interior del Museo Nacional de Antro-
pología para iluminar el centro de la
Piedra del Sol
el 13 de agosto de 2010,
o los cables utilizados en el Museo de
San Carlos en 2005 y 2007, y en el Ex-
templo de San Agustín, antigua Biblio-
teca Nacional en 2002.
Luciano genera un trampantojo
metatextual, una naturaleza muerta en
la que la arquitectura del edificio y es-
pecíficamente el vano de entrada a la
sala se presentan como un marco ficti-
cio, al estilo de una hornacina pintada
en la que reposan objetos simbólicos
invadiendo una ilusoria profundidad
tridimensional.
Todos esos vestigios de su trabajo
confluyen en este reducido espacio hi-
pertextual para configurar una repre-
sentación plástica, casi pictórica, de su
arqueología de la memoria urbana,
que incluye entre otros aspectos his-
tóricos el ideal porfirista de una urbe
que planeaba desde finales del siglo
xix
y principios del
xx
, concretar un
proyecto de Nación moderna y pro-
gresista visible en sus grandes edifi-
cios administrativos como Correos o
el Palacio de Comunicaciones, con sus
monumentales estructuras de hierro
revestidas de piedra y cemento.
p u e r t a s a d e n t r o
1902
El 30 de octubre de 1902 nació en San Juan de los Lagos, Jalisco,
María Izquierdo
, pintora que
exalta en sus cuadros la imaginería del arte popular
Atención
amantes de
los pinceles
europeos: el
próximo 25
de octubre se
inaugurará
en el Museo
Nacional
de Arte una
muestra con
importantes
pintores
franceses que
no se pueden
perder.
M
aría
de
los
Á
ngeles
C
ortés
A
rellano
C
omo parte de su programa de divul-
gación de acervos internacionales
al público mexicano, el Museo Nacional
de Arte presenta la exposición
El placer
y el orden. Orsay en el Munal.
La mues-
tra reúne una selección de 65 piezas que,
a partir de dos núcleos temáticos, repre-
sentan la apropiación de estos dos con-
ceptos en las esferas pública y privada a
finales del siglo
xix
.
La exposición apunta a un periodo
de conformación de un modo de vida
propiamente moderno en las urbes,
particularmente en París, así como al
impacto que este modo de vida tuvo
en los individuos. Los ejes propuestos
se articulan en torno a la cotidianidad
de la burguesía parisina, a la visión del
desnudo femenino y a la apropiación
de una idea de “edad de oro”, como
añoranza de un tiempo ido en el que
la industrialización, el aislamiento y
el ritmo acelerado de las ciudades no
existían. El desarrollo del concepto cu-
ratorial de esta muestra corre a cargo
de Jaime Moreno Villarreal.
La exposición estará abierta al pú-
blico a partir del 25 de octubre y repre-
senta una oportunidad única de gozar
de obras de artistas como
Claude Monet
,
Pierre Auguste Renoir
,
Paul Cézanne
,
Pierre Bonnard
,
Félix Valloton
y
Paul
Gauguin
. La muestra se acompaña de
una selección de fotografías de peque-
ño formato que da cuenta de la vida co-
tidiana del París de finales del siglo
xix
.
luciano
matus
Re-conocimiento del espacio.
IntervenciónMuseoNacionaldeArte
L
luvia
S
epúlveda
Este artista ocupa el vacío
interior del Antiguo Palacio de
Comunicaciones con kilométricos
hilos construyendo tramas
geométricas que quiebran las
proporciones “armónicas” de la
arquitectura porfirista.
A
diferencia de la pintura, la escultu-
ra y otras artes visuales, las edifica-
ciones no pueden abordarse como me-
ros fenómenos plásticos dejando fuera
aquello en lo que efectivamente reside
el valor de la arquitectura como tal: el
espacio, su verdadero protagonista.
La arquitectura actúa por medio
de un vocabulario tridimensional
que involucra al hombre. Y si bien
en sus elementos constructivos, ya
sea en la volumetría o en sus adi-
tamentos decorativos, encontramos
aportaciones de otras artes figurati-
vas como la ebanistería, la herrería,
etc., el punto de interés para el es-
tudio arquitectónico y en este caso
para la presencia de una interven-
ción contemporánea, es que todos
ellos envuelven al espacio creando
vacíos interiores que se recorren, se
transforman, se disfrutan, se viven…
Ese vacío no puede ser represen-
tado visualmente bajo ninguna forma
específica, ni aprehendido o vivido
más que por la experiencia directa, con
el cuerpo. Ese espacio vacuo, continen-
te de posibilidades, es el objetivo real
del hecho arquitectónico y por lo tanto
el punto de amarre de la intervención
de Luciano Matus, quien a través de hi-
los de níquel genera conexiones o rup-
Diálogos
contemporáneos
turas físicas y visuales de los interiores
del antiguo Palacio de Comunicaciones
que hoy alberga al Museo Nacional de
Arte, proyectado por Silvio Contri a
principios del siglo
xx
.
Matus cierra con esta intervención
una serie de trabajos realizados a par-
tir de 2002 en numerosos sitios histó-
ricos, titulada
Re-conocimiento del es-
pacio.
En esta ocasión su trabajo en el
Munal aparece como un palimpsesto
arquitectónico-escultural que conser-
va las huellas de diez años de trabajo
en distintos espacios de la Ciudad de
México, que terminan fusionándose
en la instalación contenida en la Sala
Hipertextual del siglo
xix
y que se des-
bordan a través de vectores de níquel
por todo el recinto del museo.
Luciano ocupa el vacío interior
del edificio con kilométricos hilos
construyendo tramas geométricas que
quiebran las proporciones “armónicas”
de la arquitectura porfirista. Una inter-
vención que en el aparente caos de sus
cruces se presenta táctil, aprehensible
por las cualidades matéricas y la duc-
tilidad de la infinita cinta, y por mo-
mentos óptica, diluyendo su presencia
a través del movimiento generado por
el aire y el reflejo de la luz, dejando una
sensación puramente visual.
Al igual que los vectores de ní-
quel que recorren el recinto, en los
que no se reconoce el inicio de la
trama del hilo o su amarre final, po-
siblemente no se puede discernir si
la instalación de Luciano Matus co-
mienza o termina en el
Contenedor
de Memoria
instalado en la Sala Hi-
pertextual del siglo
xix
.
Son diversas las improntas de
Matus que ocupan este espacio. Re-
cuerdos materiales e inmateriales
de más de una década de trabajo en
torno al entramado urbanístico de la
Ciudad de México, que aquí se con-
gregan para recordar al espectador
que una construcción arquitectónica
siempre pertenece a un proyecto ur-
banístico que le da contexto y sentido
a su propuesta funcional, volumétrica
y decorativa.
La instalación de Luciano trans-
porta la ciudad hacia el interior del
edificio a través de la memoria mate-
rial y emocional de sus investigacio-
nes histórico-arquitectónicas previas,
cristalizadas en huellas matéricas que
él mismo ha conservado a manera de
reliquias, como la estructura de hierro
utilizada en la instalación del bosque
de Chapultepec en 2006, o los espe-
jos con que llevó el reflejo del sol al
RESEÑA
Marie Bashkirtseff,
Un meeting,
1884