Termina su libro dedicado a la enseñanza de la pintura de paisaje
El arte de la pintura
. Pinta
Valle
de México desde el Tepeyac.
1908
25
Núm. 7
|
agosto
|
2012
Joven soltera
no busca:
femmes fatales y
estampas de cine
MUNAL Y GOETHE
PRESENTAN:
Hans-
Christian
Schmid
E
n este mes revisaremos la pro-
ducción de la nueva promesa
del cine alemán Hans-Christian Sch-
mid. Con un ojo clínico, casi docu-
mental, el nacido en un tranquilo y
minúsculo pueblo bávaro, ha sabido
sacar provecho a la memoria de su
vida rural durante su pubertad para
reflejar con limpieza –no exenta de
cierta ironía– algunas escenas de la
vida cotidiana moderna y sus pro-
fundas contradicciones: el campo y
la ciudad, la adolescencia y la adul-
tez. Abrimos con
Después de las cin-
co en la selva
(1995) una especie de
“roadmovie” donde Franka Potente
interpreta a una niña que descubre
el sexo mientras huye de su casa.
También en
Crazy
(2000) Schmid
explora el tránsito a la adultez en
un grupo de adolescentes centrados
sobre su vida como una fiesta con-
tinua.
En Réquiem o El exorcismo
de Micaela
(2006), Schmid vuelve
a una de sus temas predilectos: el
fanatismo religioso y sus mórbidos
recovecos. Cerramos con
Storm: la
tormenta imperfecta
(2009) en la
que el autor alemán intenta dar un
giro a los filmes de tema forense, a
través de la mirada de una abogada
que juzga a un ex comandante del
ejército popular yugoslavo ante los
tribunales de La Haya.
Consulte cartelera.
O
swaldo
T
ruxillo
c i n e
Fotograma de
La
Mirada Invisible
(2010)
U
no de los tesoros gráficos me-
jor guardados del siglo
xx
es sin
duda el gabinente de estampas de la
colección del Munal. Varias piezas
de la colección retratan a mujeres de
trazo elegante y cuello refinado, de
sombreros de plumas y colores abi-
garrados: la viva encarnación de la
“femme fatale” finisecular sobre sue-
lo mexicano.
Con esos mismos aires amazó-
nicos llegan al Cineclub del Munal
cuatro figuras femeninas mitad pa-
rientes lejanas, mitad contrapartes
aguerridas de sus versiones mexi-
canas gabinetistas. Dos mexicanas,
una japonesa y una argentina, jue-
gan más que a sus personajes mis-
mos, al agridulce juego de asombro
y desprecio que produce ante la
mirada masculina una mujer bella
pero “nonsancta”. Cuatro mujeres
jóvenes y solteras que deben deci-
dir cruzar la línea entre seguir la
consagración del matrimonio o re-
nunciar en definitiva a ese rol de
ama de casa impuesta por la socie-
dad.
En
Santa
(1932), Antonio Mo-
reno reproduce visualmente el
costumbrismo moral de Gamboa
mediante el rancio estereotipo na-
cional de la mujer mitad santa mi-
tad prostituta. Con un ojo similar
pero con mayor maestría, Emilio
Indio Fernández retrata en
Las
abandonadas
(1944) la bajada al
inframundo de Julia: de un hogar
tradicional al nausabundeo prostí-
bulo. Diego Lerma en
La mirada
invisible
(2010), repasa los inusua-
les gustos oculares de una chica
argentina. Finalmente, el maestro
del quietismo japonés Ozu colorea
la ciudad y sus
Cuentos de Tokyo
(1953) con la rutina de una nuera
piadosa y obstinada, incluso herói-
ca, aunque tal vez también, algo
perversa.
Consulte cartelera.
De las páginas de la
Revista de
Revistas
a la pantalla del Auditorio
Adolfo Best Maugard hay 4 películas.
Conoce la programación del ciclo
Para vestir santos
, todos los sábados
de agosto al medio día.