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Versión de HTML Básico

NÚM. 6
|
JUL IO
|
2012
D O S S I E R
S U R R E A L I S M O . V A S O S C O M U N I C A N T E S
10
En el marco de la exposición
Surrealismo. Vasos
comunicantes
, el Museo Nacional de Arte exhibe
simultáneamente la muestra Raúl Anguiano: dos
realidades, 1934-1942, conformada por más de 45
obras basadas en los sueños del artista jalisciense.
Antonieta Bautista Ruiz
E
n 1934, procedente de su natal
Jalisco, Raúl Anguiano llegó a
la Ciudad de México; inmediata-
mente experimentó un cambio en
su creación artística. Sin trabajo
formal, aprovechó su primer año
de estancia para prepararse teó-
ricamente y para profundizar en
temas propios de la Revolución
Mexicana y de la Revolución Rusa,
con lo que desarrolló un creciente
interés por apoyar los movimien-
tos obreros y campesinos.
En esa misma época, en con-
cordancia con el programa educa-
tivo impulsado por el cardenismo,
el proyecto muralista como siste-
ma de comunicación de las ideas
estéticas y políticas del régimen
fue adquiriendo más importan-
cia; se pintaron murales por todo
el país y el muralismo comenzó
a representar una opción de vida
y trabajo para numerosos artistas.
no dormirse se ponía a dibujar co-
sas fantásticas como protesta ante
su aburrimiento.
Esta temática tan escasamente
reconocida en el artista, es motivo
de análisis y reflexión, por ello el
Museo Nacional de Arte, junto con
la acuciosa colaboración de Brigita
Anguiano, reúne una serie de más
45 de estas obras, dando forma y
nombre a la exposición
Raúl An-
guiano: dos realidades, 1934-1942.
Entre óleos, acuarelas, dibujos y
grabados, esta curaduría da cuenta
de la versatilidad del artista, pro-
vocada por la necesidad de experi-
mentar en diferentes estilos, temas
y técnicas, constituyendo la simien-
te para su posterior desarrollo ar-
tístico y su pertenencia a la “Escue-
la Mexicana de Pintura”.
El concepto curatorial de la
muestra se desarrolla a partir de
de dos núcleos, con los cuales se
logra apreciar la gran habilidad de
Anguiano como dibujante, al plas-
mar sus pensamientos con trazo
firme y eficaz. En el primer aparta-
do, “Espacios y sueños”, se pueden
examinar dibujos producto de un
dictado inconsciente o automático,
que derivan en algunas represen-
taciones cubistas y en figuraciones
distorsionadas por trazos que ex-
presan sentimientos de angustia,
miedo y sufrimiento. “Deseos ins-
tintivos”, da título al segundo apar-
tado, el cual está compuesto por
interpretaciones libres que ilustran
mitos, leyendas e historias, así
como extrañas escenas populares
mexicanas, que son intervenidas
por figuras fantásticas, que aunque
brotan de la imaginación del artis-
ta, pueden verse también como el
registro de esa otra realidad que
pocos artistas mexicanos se atre-
vieron a encarar.
ANGUIANO
EL EXPERIMENTADOR
Fue así como Anguiano comenzó a
adiestrarse en la técnica del fresco,
practicando en pequeños formatos
con acuarela.
Poco a poco, con ayuda de
sus amigos artistas, se integró a
la realización de algunos murales.
Además se incorporó a las filas
de la Liga de Escritores y Artistas
Revolucionarios (lear fundada en
1933), organización que centraba
su apoyo en los ideales pos-revo-
lucionarios y que difundía el tra-
bajo de artistas como Fermín Re-
vueltas, Pablo O’Higgins, Alfredo
Zalce, Chávez Morado, entre otros.
Debido al oportunismo de algunos
de sus integrantes, lear se desinte-
gró y Anguiano, junto con algunos
compañeros, deciden fundar en
1937 el Taller de Gráfica Popular
(tgp), claramente comprometida
con las luchas populares, obreras
y campesinas. Anguiano y sus inte-
grantes, produjeron un arte basado
en las tradiciones populares
mexi-
canas, ponderando composiciones
de alto contenido político.
Paralelo a los clásicos temas
campesinos y proletarios que plas-
maba en sus murales y grabados,
Anguiano realizó en un periodo de
ocho años, entre 1934-1942, una
serie de dibujos y pinturas basada
en sus sueños e imaginación.
Al mismo tiempo que aprendía
la técnica del fresco, experimenta-
ba con composiciones metafísicas
que nos remiten a los paisajes de
Giorgio de Chirico, pero con cierto
aire mexicano.
Consciente de plasmar sus pro-
pios sueños, Anguiano recuerda
que muchos de los dibujos que
pertenecen a esta época eran rea-
lizados en las reuniones de la lear,
en las cuales al cansarse de las dis-
cusiones de sus asistentes o para
La llamada del instinto
, 1942