Núm. 5
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junio
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2012
12
El 21 de junio de 1904 nació en Antigua, Guatemala,
Luis Cardoza y Aragón
; agudo crítico de arte
y poeta, autor de
La nube y el reloj
y otros ensayos sobre arte mexicano, tan referenciales al igual
que sus memorias.
1904
D i á l o g o s c o n t e m p o r á n e o s
Marcelo
Balzaretti
Variaciones lumínicas para la
contemplación del tiempo
La tercera intervención del ciclo
100 y 30. Palacio y Museo
,
abordará el tema de la luz,
el tiempo, el movimiento y la
captación visual del ojo humano,
con una pieza que dialogará con
la colección de arte virreinal del
Munal.
L
a obra del artista mexicano Mar-
celo Balzaretti se caracteriza por
un alto grado de experimentación
interdisciplinaria entre arte, física y
estudios sobre la percepción, logran-
do diversas soluciones que abarcan
la escultura, dibujo, gráfica, imagen
cinética, fotografía e instalación.
La pieza que Balzaretti presen-
trá en el Munal como parte del ciclo
100 y 30. Palacio y Museo
, y que lle-
va por título
Variaciones lumínicas
para la contemplación del tiempo
,
abordará el tema de la luz, el tiempo,
el movimiento y la captación visual
del ojo humano. Preocupaciones
presentes en la pintura barroca no-
vohispana y que Balzaretti reinter-
preta en siglo xxi con una propuesta
que se inscribe en el arte cinético.
La intervención, que se presentará
a partir del 10 de julio en una de
las salas dedicadas al arte del perio-
do virreinal, estará conformada por
una serie de paneles en los que se
unen la imagen y la oscilación para
producir luminosidad en lapsos de
tiempo definido. De esa manera la
obra de Marcelo convivirá con las
pinturas novohispanas de gran for-
mato, pobladas de personajes en
actitudes corporales que enfatizan la
sensación de movimiento, así como
impresionantes rompimientos de
gloria, luces y sombras utilizadas
como estrategia para lograr el balan-
ce compositivo de la escena, y como
elementos para guiar el ojo del es-
pectador o expresar estados de áni-
mo y enfatizar la sacralidad de los
eventos representados.
Marcelo comenta al respecta: “La
posición del sol, el tránsito del día
y la noche, y su diferente duración
a lo largo del año, son los ciclos
básicos que rigen la percepción del
transcurso del tiempo de los seres
vivos que habitan sobre la tierra.
“Estos ciclo naturales han sido
sucesivamente segmentados en uni-
dades de medición del tiempo, que
sirven como base para el desenvol-
vimiento de nuestra vida cotidiana
hasta llegar a las medidas infinitesi-
males de los relojes atómicos.
“En el año 2002 comencé a ex-
plorar la posibilidad de investigar la
percepción del tiempo a través de la
imagen en movimiento como mate-
ria de estudio. Realicé entonces mi
primera animación a partir de va-
riaciones de entintado en la impre-
sión de copias de un grabado para
conseguir el efecto de una variación
cíclica de luminosidad.
“Al principio trabajé con pelí-
cula de cine 16 mm y después con
video digital. La búsqueda de sopor-
tes cada vez más estables me llevó
recientemente al desarrollo de una
tecnología que me permitiera pro-
ducir el mismo efecto con elementos
sólidos en movimiento.
“
Variaciones lumínicas para a con-
templación del tiempo
es el título de
una serie de piezas conformada por
conjuntos de paneles que integran ele-
mentos cinéticos y efectos ópticos.
“En estos paneles el movimiento de
un motor hace interactuar dos tramas
de puntos o líneas, una impresa sobre
un vidrio y otra impresa sobre una lá-
mina que se mueve detrás del vidrio.
“Las tramas contienen una combi-
nación específica de colores que por
efecto óptico se perciben como uno
solo y con el movimiento muestran
una variación en el tinte, saturación
o luminosidad del color. La velocidad
de los motores y la dirección del mo-
vimiento de las tramas es controlada
para generar un efecto específico.
“Los paneles funcionan a diversas
velocidades, por lo que el cambio de
luminosidad parece recorrer el plano
del conjunto en distintos ritmos y di-
recciones. El efecto visual se despliega
hacia la dimensión temporal a través
del conjunto de variaciones rítmicas,
que desplazan la atención hacia la
percepción del transcurso del tiempo”.
Marcelo Balzaretti (Ciudad de
México, 1971), vive y trabaja en la
Ciudad de México. Estudió Artes
Visuales en la Escuela Nacional de
Artes Plásticas-UNAM entre 1992
y 1997. En su trabajo, combina no-
ciones de Arte, Física, Psicología,
Estudios de la Percepción y conoci-
mientos empíricos, a través de una
práctica basada en el concepto con
un marcado desarrollo visual. Sus
áreas de interés incluyen la escultu-
ra, dibujo, gráfica, imagen en movi-
miento, fotografía e instalación.
Su trabajo ha sido expuesto en
el Museo de Arte Moderno de la Ciu-
dad de México, International Print
Center New York, Centre Culturel du
Mexique París, Instituto de México
en Madrid, Centro Nacional de las
Artes de la Ciudad de México, Ins-
tituto de Artes Gráficas de Oaxaca,
Centro de la Imagen Ciudad de Mé-
xico y Center for Contemporary Art
Santa Fe entre otros.
Recibió el primer premio de la
Bienal Nacional de Arte de Yucatán
en 2007 y la Beca Jóvenes Creadores
del Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes en las emisiones 2003
y 2006. Ha realizado residencias
en Vermont Studio Center en 2002,
Glasgow Print Studio en 2004, Mu-
seograbado Zacatecas en 2006, La
Curtiduría, Oaxaca en 2009 y Action
Art Actuel Montreal en 2011.
DEMIÁN FLORES
De/construcción de una nación
Lluvia Sepúlveda
RESEÑA
E
l ciclo
Diálogos Contemporá-
neos
tiene entre sus objetivos
desacralizar la experiencia en el mu-
seo, abrir posibilidades, fomentar la
duda constructiva en el espectador,
generalizar las experiencias “cultas”
y convertirlas en hechos colectivos.
Ofrecer el museo como un espacio
vivo, en el que el visitante tiene cabi-
da también como detonador de pro-
cesos artísticos y curatoriales.
En ese sentido, la instalación de
Demián Flores –realizada
ex profeso
para el Munal– compuesta por diez
esculturas de cerámica (que hemos
llamado “neoprehispánicas”), en
conjunto con un video, proyectado
sobre la escultura de más de tres
metros de Manuel Vilar (1812-1860)
que representa a Cristóbal Colón se-
ñalando el continente americano en
el globo terráqueo que lo acompa-
ña, se presentan como un ejercicio
no sólo de diálogo íntimo del artis-
ta con la obra decimonónica, sino
como una confrontación museológi-
ca hacia el espectador.
El ojo sorprendido
Una vez finalizado el proceso crea-
tivo de Demián Flores, e instaladas
las obras dentro de las salas 20 y 21
–que corresponden al núcleo “Cons-
trucción de una nación” del guión
curatorial del Recorrido Histórico
Artístico permanente del Munal–,
sus piezas sumaron nuevos senti-
dos al convivir con las pinturas de
Félix Parra, José María Jara, José
María Obregón, Leandro Izaguirre y
Rodrigo Gutiérrez, cuadros que na-
rran diversos episodios de la histo-
ria precolombina y de la llegada de
los españoles a América desde una
plástica fuertemente idealizada, que
mezcla personajes con fisonomías
apegadas a los cánones de belleza
occidental –siguiendo las conven-
ciones académicas del siglo xix– con
ropas y ornamentos indígenas.
Todas estas pinturas bajo los
ojos del presente, aparecen como
una suerte de ruptura de las con-
venciones artísticas de su momento;
y la mezcla de símbolos visuales –
quizás involuntarios por parte de
los mencionados pintores del xix–,
creó un estilo pictórico muy pecu-
liar, retomado en las pinturas para
cromos calendáricos del siglo xx, en
los que se representó a sensuales
doncellas y músculos guerreros del
“Olimpo mexicano”, que recuerdan
más a las estrellas de cine de aquella
época. Ya en pleno siglo xxi, Demián
Flores recupera esa convivencia de
signos contrapuestos y encuentra su
propio lenguaje visual para expresar
conceptos sobre identidad, memoria
y territorio.
La intervención de las salas del
Munal, también resultó para el artis-
ta, un ejercicio de experimentación
con nuevos medios y soportes, en el
cual logró de manera espectacular
trasladar su lenguaje gráfico y pic-
tórico a la tridimensionalidad, dando
vida a personajes y figurillas prehis-
pánicas, de las que nacen o a las que
se adosan, un sinfín de elementos.
Entre ellos, el dorso de la Venus de
Milo, charros, mujeres desnudas,
falos, luchadores, diablos, el santo
Malverde, un crucifijo o una carrosa
triunfal grecorromana.
Flores, un creador un tanto icono-
clasta, reta con estas esculturas la per-
cepción iconográfica del observador,
desmembrando figuras y formas del
imaginario colectivo y rearmándolas
bajo otra sintaxis, es decir deconstru-
yéndolas para después reorganizarlas
en nuevas configuraciones. Con ello,
creó personajes híbridos entre el pasa-
do y el presente, lo urbano y lo rural,
la industria y la artesanía, lo hegemó-
nico y lo marginal; consiguiendo así
mismo acentuar el punto central de su
diálogo con las obras de nuestro acer-
vo: el concepto de artificio, lo artificial,
la superposición y combinación de so-
luciones plásticas para representar la
identidad mexicana, multifacética y
polisémica del presente.
De/construcción de una nación
estará abierta hasta septiembre, en
las salas 20 y 21 de la Exhibición
Permanente.
Miguel Cabrera,
La Virgen del Apocalipsis,
1760, óleo sobre tela, acervo Munal Marcelo Balzaretti,
Panel Dorado,
2012, impresión de serigrafía.