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Núm. 4
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MAYO
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2012
En mayo de 1927 aparece la revista
Ulises
, dirigida por Salvador Novo y Xavier Villaurrutia, de
tendencia literaria experimental, precursora del Teatro homónimo que anhelaba la renovación de la
dramaturgia en México, y del grupo Contemporáneos, proyectos culturales patrocinados por Antonieta
Rivas Mercado.
1927
M i r a . . . l e e
¿Qué papel tienen para ti el mundo
novohispano en la configuración
cultural de todos nosotros?
Me parece que el Munal es una refe-
rencia básica. Es un espacio, un mu-
seo que visito una o dos veces al año
por lo menos en todas las exposicio-
nes temporales que se hacen y las
salas del Virreinato, que son magis-
trales. Hablamos mucho de Indepen-
dencia, hablamos mucho del siglo
xix
,
pero tenemos estos extraordinarios,
soberbios, maravillosos trescientos
años en una nebulosa terrible, y yo
con una necedad espantosa siempre
estoy pretendiendo lanzar un poco
de luz hacia los espacios oscuros
de nuestra historia o los personajes,
como el caso de la novela de
La in-
surgenta
, sobre Leona Vicario. Y soy
un apasionado del Virreinato; me pa-
rece que las bases estructurales de la
sociedad mexicana actual no están
en el siglo
xix
, están en el Virreinato.
Creo que tenemos todavía toda esa
enorme estructura, todo este entra-
mado, todo ese tejido social, que per-
manece hasta el siglo
xx
.
¿De qué manera una cultura abre
este modo de perfección de sus
manifestaciones a partir de las
imágenes, las palabras y los sonidos?
Es una pregunta que requiere una
respuesta muy amplia; pero me voy
a enfocar exclusivamente en la parte
de los sonidos: las culturas prehis-
pánicas –las más desarrolladas, las
menos desarrolladas, todas estas
culturas rivales que existían en el
territorio– ya contaban al momento
de la Conquista con una cosmogonía
teológica muy grande, con sistemas
matemáticos, con sistemas de cons-
trucción; entonces, eso se ve refle-
jado plenamente en lo que viene a
ser impuesto por los españoles o
Miguel Cabrera
La virgen del apocalipsis
implantado –dependiendo de cómo
lo queramos ver–; me refiero a la re-
ligión, por supuesto, al arte pictórico.
Sin embargo, la música –y eso siem-
pre me ha generado muchos con-
flictos cuando lo digo– en la cultura
prehispánica sí era muy primitiva y
eso permite un campo cuasi virgen
para la creación de la música novo-
hispana. Entonces, mientras que tú
ves estas pinturas de autores novo-
hispanos, algunos españoles transte-
rrados, o bien novohispanos nacidos
aquí, son referencias completamente
europeizantes. Creo que en la arqui-
tectura barroca sí se nota mucho más
claro el mestizaje en todas las raíces
indígenas; ahí están las iglesias de
Oaxaca y de Puebla, el andar de los
reyes aquí en la Catedral de Méxi-
co; pero en la música no, la música
era un terreno absolutamente virgen.
Entonces me llama mucho la aten-
ción cómo el arte musical es, creo, el
primero que prende, por así decirlo,
como si fuera hojarasca en el Virrei-
nato, mientras que las catedrales se
tardaron en construirse, mientras
que la escuela pictórica tardó por lo
menos cien años en agarrar un color
y una personalidad, la música inme-
diatamente: en mil quinientos cin-
cuenta y tantos, a veintitantos años
de la conquista, ya había capillas en
funcionamiento con músicos indíge-
nas, y eso es extraordinario.
2010 es el inicio de una serie de
reflexiones que continúan con
2012: las Cortes de Cádiz, hasta
llegar al ’21. ¿Qué esperaremos de
Carlos Pascual?, ¿qué personajes
nos va a abrir?
Bueno, hay muchísimos temas. Creo
que lo que falta siempre es tiempo
para sentarte a escribir y a dirigir
lo que quieres hacer. Me gustaría
hablar en realidad sobre la mexi-
canidad muy en general, pero sin
pretender –no tengo esa soberbia–
determinar qué es la nueva mexica-
nidad. Creo que ya no estamos en
los años cincuenta de
El laberinto
de la soledad
, ya no estamos en los
años veinte o treinta de “el mexicano”
de Samuel Ramos, para que alguien
venga a decirnos “el ser mexicano es
esto”, “la mexicanidad es esto”. No,
yo creo que estamos iniciando un
proceso de reflexiones a partir de
esto y la mexicanidad tiene que ver
con muchas cosas. Me preocupa mu-
chísimo el asunto del racismo; tengo
una obra de teatro que versará sobre
este asunto; creo que es uno de los
grandes malestares y un cáncer te-
rrible que vive todavía nuestro país.
Me preocupa y me fascina el malin-
chismo. Y personajes en específico,
hay uno al que tengo echado el ojo,
que me gusta mucho, que es Fray
Servando Teresa de Mier.
Claro… todo el conglomerado de
fugas, escapes, salidas…
Me parece extraordinario, me parece
un personaje maravilloso, un perso-
naje absolutamente barroco, a pesar
de que su labor más conocida se de-
sarrolla en el siglo
xix
. Es un hombre
absolutamente hijo del Barroco, me
gusta mucho… Y hay un personaje
que tenemos como muy folklórico,
como muy caricaturizado, que es el
señor Cantoya, el de los globos ae-
rostáticos; ésa es una nota que me
dio mi hermano, que es ingeniero,
que no tiene que ver con la litera-
tura ni nada. Me dijo: “escribe sobre
Cantoya, porque en Cantoya se pue-
de sintetizar todo el desdén que ha
habido en México sobre la ciencia y
la tecnología”.
Y finalmente, ¿qué te parece el
ejercicio de sentarnos en el museo
ante las obras y dejar que juegue la
palabra con las imágenes?
Me parece muy necesario porque
estamos acostumbrados en nuestra
sociedad a una manera de estudiar
más por capítulos. Tú ves los pro-
gramas de estudio y son momentos;
pero no hay nunca una interrelación,
no están interconectados. Entonces
con los ejercicios que se hacen en el
programa Jueves de Arte y Literatura
del Munal se puede compartir con el
público cómo en estos cuadros hay
música, cómo en estos cuadros hay
literatura, y cómo en un poema de
Sor Juana está este cuadro y cómo
en una obra de Juan Matías de los
Reyes está la poesía de Sor Juana.
Entonces, creo que tenemos que es-
tar interrelacionados también con un
contexto sociohistórico: ¿por qué le
tenemos que estar profundamente
agradecidos a Martín Lutero que se
haya levantado en armas para po-
der tener estas obras maravillosas?
Entonces, de repente lo digo así en
un resumen y la gente se me queda
viendo y dice “¿qué tendrá que ver
Martín Lutero?”, y tiene que ver todo.
Entonces creo que eso es lo que nos
falta: una manera integral de enten-
der el arte, no nada más venir a ver
esta obra pictórica y decir “ah, es
una pintura de…”. ¿Qué música se
componía en ese entonces?, ¿cómo
estaban las clases sociales, las castas
sociales?, ¿quién gobernaba?, ¿qué
pasaba en Europa?, ¿qué pasaba en
Sudamérica?, ¿qué pasaba en Esta-
dos Unidos? Así es como se necesita
entrarle al arte.
“A
hora bien, sigamos en la má-
quina del tiempo aún más allá
del tiempo mismo…, desde la comu-
nicación al mito, ya que el hombre
pertenece a la naturaleza y no la na-
turaleza al hombre”. Con estas pala-
bras de Ricardo Sahid se dio inicio
a las sesiones correspondientes del
mes de abril del programa Mira… lee.
A través de la palabra, el ser hu-
mano tiende un acercamiento más
directo con lo divino y el lenguaje
es en sí lo sagrado, el puente hacia
todo lo que se manifiesta como divi-
no. El verbo es acción y nos connota
un acto, somos acción apalabrada.
En estas sesiones fuimos llevados a
recordar lo que los textos evangéli-
cos manifiestan en términos de que,
en el principio de todo, el origen por
excelencia, era el Verbo, y este Verbo
era el contacto con la divinidad. De
tal suerte que el ser hecho palabra
era el ser divino. Y en ese principio
todas las cosas fueron hechas.
Todo está construido con pala-
bras, nada queda fuera de su signifi-
cación. No sólo es un estar hechos a
imagen y semejanza del creador de
la existencia, el Verbo, sino el hecho
de ser palabras en acción. El orador
Ricardo Sahid, la poeta Rocío Cerón
y la actriz Elia Domenzain comulga-
ron con este acercamiento a lo divi-
no, que es lo poético, porque poiesis
–voz griega de donde proviene la
palabra poesía– significa “creación”.
En ese sentido, Sahid a través de
la oralidad, dialogó con las obras y
autores de la sala 7, profundizando
en la idea de hagiografía no sólo
en términos de “relatos de vidas de
santos”, sino de la manera en que el
acercamiento a las ideas de lo sagra-
do, dentro o fuera del contexto reli-
gioso, conllevan un enriquecimiento
cultural y humano al simple con-
tacto con las obras artísticas. Rocío
Cerón, por su parte, dialogó con la
obra
La flagelación
, de Nicolás Enrí-
quez, y expresó una poética del do-
lor y la depuración con lo divino en
la Sala de Exposiciones Temporales
de la muestra Arte flamenco del si-
glo
xvii
. Finalmente, Elia Domenzain,
a través de la oralidad, la música y
el lenguaje corporal, realizó una
aproximación con la poética me-
diante lo interdisciplinario, donde el
performance sirvió como vehículo.
Pero lo más importante fue que
los tres habitaron el mismo lugar
donde mirada y lectura se ajustan a
las sensaciones e intuiciones del es-
pectador, permitiendo de nuevo una
readaptación de los sentidos con las
obras plásticas. Se conjuntó la pala-
bra con la imagen, se propició el pa-
rámetro de conjunción entre voces y
matices de distinta índole y, por ende,
de variada estela. El público no vino
precisamente a oír hablar de Dios o
religiosidad o arte sacro. Aquí se dejó
ver, entre los muros, una museografía
intervenida por el verbo, un desplie-
gue de voz y de-voto.
Entrevista por
F
ernando
C
orona
Reseña Mira...lee abril 2012
UNA MANERA INTEGRAL DE
ENTENDER EL ARTE
VIDA DE LA DIVINIDAD:
UNA
POÉTICA EN LA ORALIDAD Y EL CUERPO
Conversación con el escritor Carlos Pascual
a partir de las salas novohispanas de la Colección Permanente
Jueves de Arte y Literatura
Imperio
La luz vacía. La masa delirante,
arrastrada hacia el habitar,
hacia tierra de lastras. La tarde
—nunca en abril— donde una
palabra (minúscula, intacta,
sólo tres letras) establezca
su reino. El tiempo donde los
nombres regresen / yazcan / y
salgan hombres al encuentro de
hombres. La llegada de la Raíz,
la hora en que florezcan las
sílabas y las piedras vuelvan a
su lugar entre los muros de las
casas. Un yo, un tú, un nuestro,
un aquí, un fulgor profundo, una
patria. Sea.
R
ocío
C
erón