15
Núm. 3
|
abri l
|
2012
Abril 8 de 1914. Nace en Álamos, Sonora,
María Félix
, actriz, de personalidad controvertida y
admirada por su belleza legendaria. Películas como
Enamorada
(1946),
Río Escondido
(1947) y
Maclovia
(1948), de Emilio “el indio” Fernández, le otorgan un lugar exclusivo en el cine mexicano.
1914
archivos secretos
LA DESGRACIA DE LOS ÁVILA
Esteban Azcárate
publicaciones
A
lguna vez, en la esquina de las
calles de República de Argenti-
na y Guatemala, se alzaron las casas
de los hermanos Ávila, hijos de con-
quistador. La vida les sonreía, pues
vivían lujosamente, entregados a
fiestas y banquetes donde se codea-
ban con otros herederos de la Colo-
nia. Entre ellos estaba Martín Cortés,
quien era conocido por sus actitu-
des prepotentes y sediciosas. Dicha
amistad se convertiría en la causa de
la desgracia de los Ávila.
En más de una ocasión se orga-
nizaron mascaradas en las que los
hijos de los conquistadores hablaban
mal de las autoridades virreinales, al
tiempo que ambicionaban apoderarse
de la Nueva España. Las Leyes Nuevas
estaban por aplicarse, y estos jóvenes
arrogantes no estaban dispuestos a
acatarlas, pues consideraban que sus
privilegios se verían afectados seria-
mente. Imaginaron entonces un go-
bierno propio, con Martín Cortés a
la cabeza. Sin embargo, sus fantasías
subversivas poco duraron: la conspira-
ción llegó a oídos del gobierno, y los
rebeldes fueron detenidos y juzgados.
Cortés salvó el pellejo debido al nom-
bre de su padre, pero los Ávila no co-
rrieron con la misma suerte y se les
condenó a la pena máxima.
La noche del 3 de agosto de 1566
se les arrastró a la Plaza Mayor, don-
de los decapitaron. Sus bienes fueron
confiscados y sus casas destruidas y
regadas con sal. Por si fuera poco, en
el lugar se alzó un padrón infamatorio,
para que nadie se olvidara del inciden-
te: “Estas casas eran de los hermanos
Ávila, quienes fueron condenados a
muerte por traidores”. Dicha placa se
conserva hasta nuestros días. Durante
muchos años estuvo en una de las pa-
redes de la librería Robredo y ahora
A
rte flamenco del siglo xvii. Co-
lección del Museo Real de Bellas
Artes de Amberes
es una publicación
que reúne las reflexiones de desta-
cados especialistas en el desarrollo
de la pintura del norte de Europa y
en la consolidación de las influen-
cias ejercidas por los modelos re-
presentados en grabados y pinturas
que, de una forma u otra, fueron
ampliamente conocidos en la Nueva
España. Fue gracias a ese tráfago de
imágenes y, a veces, de artistas, que
el Virreinato de la Nueva España lo-
gró integrar ciertos elementos proce-
dentes de la pintura flamenca y los
amoldó a un gusto propio. En esta
publicación se ofrecen ensayos que
abordan particularmente el desarro-
llo del arte flamenco desde Quentin
Metsys y aquella generación, previa
a la de Rubens, que sienta las bases
de representación que serán poste-
riormente explotadas y cultivadas
durante la centuria siguiente. Tam-
bién se encontrarán contribuciones
que se refieren a la importancia de
géneros específicos, tales como el
retrato. A partir de este libro, el pú-
blico podrá reconstruir las relacio-
nes que, en el marco de la exposi-
ción homónima, se plantean entre la
pintura flamenca venida de Amberes
y la novohispana, procedente, en su
mayoría, del acervo del Museo Na-
cional de Arte.
E
l complejo desarrollo de las obras
pictóricas iberoamericanas desde
mediados del siglo xvi hasta finales del
siglo xvii es analizado en el catálogo
de la exposición
Pintura de los Reinos.
Identidades compartidas en el mundo
hispánico
, presentada en el Palacio de
Iturbide en el Centro Histórico de la
Ciudad de México, en 2011. Los auto-
res indagan sobre cómo el mestizaje
cultural se materializó en la pintura
que se produjo en el ámbito cultural
conformado por los territorios que
formaron parte de la Corona española,
tanto en Europa como en América. La
conformación del discurso pictórico
en los virreinatos encuentra su ori-
gen en las primeras influencias de los
pintores de la Europa septentrional
(artistas de origen holandés, flamenco
y alemán) sobre los artistas italianos,
que a su vez incidieron en los artistas
de la cultura hispánica.
E
n este libro, la historiadora del
arte Paula Mues Orts ofrece un
análisis acerca de la pintura como
un arte libre y noble en el México vi-
rreinal “reconocer la defensa y argu-
mentación de la pintura como libre
y noble implicaba destacar la con-
ciencia por parte del pintor de que
su arte era digno y su actividad me-
recía una valoración especial”. De
este modo, Mues Orts, pone en tela
de juicio las concepciones generali-
zadas acerca de que el arte novohis-
pano fue uno meramente artesanal,
gremial, en el que los aportes indi-
viduales de los pintores eran si no
nulos, sí muy escasos. Además, des-
tacan dos ámbitos que influyeron de
manera notable en el novohispano:
el flamenco y el español, en donde
los conceptos italianos de liberali-
dad artística fueron adaptados a las
realidades del nuevo mundo. A par-
tir del análisis de obras que reflejan
está actitud activa de los artistas,
se busca comprobar que aquéllos
hacían uso de los recursos que te-
nían al alcance para manifestar sus
inquietudes e intereses.
E
ste catálogo reúne la obra del
pintor novohispano José Juárez,
quien consiguió consolidar una tra-
dición de representación al sintetizar
diferentes influencias y proponer
nuevas fórmulas plásticas, que dieron
lugar a un lenguaje artístico local. Se
subraya la importancia de la produc-
ción en el contexto del desarrollo pic-
tórico del mundo hispánico durante
el siglo xvii, representado por artistas
como Peter Paul Rubens, Francisco
Zurbarán y Bartolomé Esteban Mu-
rillo. La curaduría e investigación
académica corrió a cargo de la doc-
tora Nelly Sigaut. Se contó también
con la colaboración del Laboratorio
de Diagnóstico de Obras de Arte del
Instituto de Investigaciones Estéticas,
cuyas modernas técnicas científicas
permitieron hacer un análisis de los
pigmentos, capas de preparación, so-
portes y demás elementos que eran
una parte nodal del oficio de un pin-
tor y su taller durante el siglo xvii. El
testimonio que aquí se ofrece es de
una importancia fundamental para el
estudio y consulta de todos aquellos
interesados en el arte novohispano.
puede verse en uno de los muros del
recorrido del Templo Mayor.
Jamás volvió a construirse casa
alguna sobre el terreno donde estu-
vieron los hogares de los conjurados.
En 1978, trabajadores de Luz y Fuer-
za del Centro encontraron por casua-
lidad el monolito de Coyolxauhqui
1
,
justo en el cruce de Argentina y Gua-
temala. La colosal estatua surgió del
subsuelo como un hallazgo, pero
también como una insólita ironía.
1.El mito de la deidad lunar surge cuando Coatlicue
(la madre tierra) queda preñada por unas plumas
de colibrí, las cuales guardó en su pecho. Hecho
que la pone en riesgo de muerte, cuando sus hijas,
Coyolxauhqui junto con las 400 Centzon Huitzna-
huac (las estrellas) deciden matarla, al considerar
el embarazo de su madre como una afrenta. El
dios Huitzilopochtli, desde el vientre de Coatlicue,
decidió defender su vida y la de su madre, y me-
diante una serpiente de fuego llamada Xiuhcóatl,
decapitó a la Coyolxauhqui para arrojarla del cerro
de Coatepec. Al caer fue desmembrándose, lo
que da origen al mito de que cada mes, durante el
amanecer, la Luna es derrotada por el Sol.
José Juárez.
Recursos y discursos
del ar te de pintar
Pintura de los Reinos
Identidades compar tidas en
el mundo hispánico
La libertad del pincel.
Los discursos sobre la
nobleza de la pintura en
Nueva España
Varios autores,
México, Museo
Nacional de
Arte/Instituto de
Investigaciones
Estéticas, 2002
Varios autores,
México,
Fomento Cultural
Banamex, 2008-
2009, 4 tomos:
1556 páginas.
Paula Mues
Orts, México,
Universidad
Iberoamericana,
2008, 445 pp.
Arte Flamenco del siglo XVII.
Colección del Museo Real de Bellas
Ar tes de Amberes
Varios autores, México-
Bélgica, Munal-BOZAR,
2012, 226 pp.
Visita la tienda
Munal