6
Núm. 2
|
marzo
|
2012
1483
El 23 de marzo de 1483 (se dice que) nació en Urbino, Italia,
Rafael Sanzio,
pintor y arquitecto del Renacimiento; a
los 25 años, elaboró el fresco
La escuela de Atenas
en el Palacio Vaticano, Ciudad del Vaticano.
E X P O S I C I O N E S t e m p o r a l e s
Los encantos
de Flandes
Parece que están “fuera
de contexto”, pero algunas
de las obras novohispanas
del acervo del Munal se
encuentran más cómodas
al abrigo de ciertas
pinturas flamencas que,
gracias a la colaboración
del Museo Real de Bellas
Artes de Amberes, hoy
podemos exhibir al público
mexicano.
T
odos tenemos en la mente una imagen de
Rubens. Vaya, si no nos suena el apellido
del artista, sí reconocemos que hemos vis-
to, por lo menos alguna vez, sus rubicundas y des-
bordadas figuras: las
Tres Gracias
, el
Rapto de las
sabinas,
alguna mujer de la mitología que ya no
encaja en nuestros estándares de belleza contem-
poráneos… Peter Paul Rubens, pintor flamenco
que desarrolló varios encargos para la Monarquía
Hispánica a lo largo de su vida, es famoso también
por haber pintado escenas religiosas, tales como
el
Descendimiento de la Cruz
o la
Lamentación
sobre Cristo muerto.
Rubens provenía de una familia originaria de
Amberes que, si bien le dio oportunidad de cursar
estudios y conocer el aporte de los clásicos grie-
gos y latinos, tuvo que pedirle a sus hijos varones
que abandonaran esta vida regalada para buscar
acomodo y ganar dinero. Peter Paul fue enviado al
servicio de una condesa; no obstante no aprecia-
ba su empleo por considerarlo servil. Rubens se
entrenó en las maneras de corte, lo que le ayudó
considerablemente a desenvolverse años más tar-
de, cuando tuvo que realizar encargos diplomáti-
cos que le funcionaron también para promover su
trabajo como pintor.
Rubens estudió en su juventud en el taller de
Otto van Veen, uno de los maestros más reputados
de Amberes; copió los grabados que la tradición
de Holbein y Durero dejaron como signos del arte
característico del norte de Europa y conoció los
aportes de la pintura holandesa en lo que se refie-
re al detalle. Sin embargo, Rubens estaba llamado
a cumplir otro destino. La influencia de la pintura
italiana se hizo cada vez más evidente en su obra:
se amalgamó con su estilo propio y fue del gusto
de los monarcas españoles.
Cuando ya había constituido su taller, Rubens
fue ayudado por pintores en formación, cuyos
nombres después brillarían con luz propia. Tal fue
el caso de Anthony van Dyck, quien tuvo éxito en
la corte inglesa y se hizo famoso pintando retra-
tos y asentando un estilo de pintura áulica que en
Inglaterra se tuvo en gran valor. Otro de los ayu-
dantes destacados en el taller de Rubens fue Jacob
Jordaens, pintor nacido en Amberes que se nutrió
de influencias como las de los italianos Caravaggio
y Jacopo Bassano.
Estos tres artistas: Rubens, van Dyck y Jordaens,
están bien representados en la exposición que aho-
ra se presenta en el Munal, gracias a la colabora-
ción entre el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, el
Museo Real de Bellas Artes de Amberes y el Con-
sejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través
del
inba
y del Munal. Los tres pintores implican el
asentamiento de los cánones de la tradición propia-
mente flamenca.
Los encantos de Flandes se hacen evidentes en
la medida en que descubrimos cada obra y rela-
Peter Paul Rubens,
Descendimiento de la cruz
(detalle)
,
Siglo XVII.
Colección Real Museo de Bellas Artes Amberes©
Lukas – Art in Flanders vzw. Photo Hugo Maertens
Peter Paul Rubens (atribuido),
El pintor Peter Paul Rubens
(detalle)
, Siglo XVII.
Colleción Museo Real de Bellas Artes Amberes© Lukas – Art in Flanders vzw. Photo Hugo Maertens
S
ara
B
az
Munal