El recorrido histórico-artístico del siglo XX, titulado Estrategias plásticas para un México moderno (1900-1954), ofrece una perspectiva global de las artes visuales en México en la construcción de los distintos imaginarios nacionales.
Este recorrido quedó conformado por cuatro rubros esenciales que muestran una gran variedad de propuestas estilísticas y formales:
Una academia moderna. Presenta una producción plástica en la que se evidencia que la academia de principios del siglo XX tuvo una serie de cambios iconográficos que dieron lugar a la modernización, pero también a la continuidad en los géneros de pintura de figura y el paisaje natural y semi urbano.
María Asúnsolo. Es el nombre del espacio dedicado a dicha impulsora del arte mexicano, ideado para exhibir una parte de su valiosa donación compuesta por alrededor de 40 obras. Las reflexiones plásticas que giran en torno a ella la presentan como mecenas y sujeto de inspiración de los principales artistas mexicanos del siglo pasado.
La vanguardia nacionalizada. Por su parte, expone las distintas posiciones en el arte mexicano dentro de un contexto de reconstrucción nacional tras la lucha armada. Se hace elocuente una revaloración del arte popular que fue paralela a una asimilación visual de las vanguardias artísticas europeas, reflejadas en el estridentísimo, la metafísica, la abstracción y el surrealismo.
Retóricas posrevolucionarias. Enriquece el discurso exhibiendo en las últimas salas de siglo XX las diferentes manifestaciones plásticas que registraron visualmente una postura política social. En una época de transición a la modernidad, el arte y la educación fueron los vehículos principales para trasmitir los ideales de los regímenes de la posrevolución.
La visita se complementa con el Gabinete de Estampa, que coloca a la gráfica como un instrumento fundamental dentro del proceso de configuración de la identidad política y cultural del país. Y la Sala de Fotografía, que muestra su evolución a partir de su reconocimiento como una profesión, exhibe obras de artistas representativos con distintos planteamientos visuales y técnicos.
De esta manera, la colección completa de siglo XX -integrada por 1675 obras entre pintura, escultura, dibujo, gráfica y fotografía de diversas escuelas, tendencias, estilos y autores, además de 436 piezas de arte popular- tiene lugar en este recinto que desde hace 24 años se ha dedicado a fortalecer el conocimiento del arte mexicano moderno mediante nuevas lecturas, al tiempo de consolidar su relación con el público visitante.