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Hacer partícipe a Roberto Parodi de este espacio e involucrarlo activamente
en la colección de escultura del siglo
xix
y
xx
significa revitalizar las obras a
resguardo del Museo Nacional de Arte además de acoger las del autor
dentro de las producciones nacionales que impactan directamente en el
ámbito artístico de México. Es una manera de difundir y consolidar el arte
nuevo, a la par que se difunde y profundiza en obras pertenecientes al legado
clásico. Asimismo, la búsqueda de nuevas maneras de mostrar e interpretar
el arte es un motor fundamental del quehacer de una institución como el
Munal encargado de divulgar las creaciones plásticas nacionales y mantenerlas
vigentes, generando constantemente contenidos que alimenten su sentido,
convertirlas en objetos de aprecio desde ópticas diversas, como diverso es
el público que las aprecia; existe siempre la necesidad de movimiento y
adaptación ante un presente siempre huidizo, cambiante.
Las piezas de Roberto Parodi juegan con lo que podríamos llamar el
recipiente del arte, volcando a la pintura el sentir de la escultura, el carácter
de la piedra. Esta traducción artística implica una lectura novedosa, el diálogo
entre el arte escultórico tradicional con la plástica contemporánea, alimen-
tando tanto a la institución como a la obra del pintor. El Munal ha creado un
programa que, desde 2009, promueve la interacción con la comunidad de
artistas, invitando a plantear un diálogo contemporáneo entre sus propuestas
y el acervo. El presente libro completa la exposición
Álba de óleo-color de
piedra
, dejando memoria de ella y suscitando el análisis tanto de la obra
de Parodi como de las esculturas de ilustres mexicanos como José María
Labastida, Gabriel Guerra o Arnulfo Domínguez Bello.
Aprovecho este espacio para hacer una mención especial y un agrade-
cimiento a Sergio Autrey, patrono del Museo Nacional de Arte, por el gene-
roso apoyo que hizo posible tanto la muestra como la presente publicación.
MUSEO NACIONAL DE ARTE
MIGUEL FERNÁNDEZ FÉL I X
D I R E C T O R