Página 13 - Xavier Guerrero 1896-1974

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Instituto Nacional de Bellas Artes
“Mi padre —contaba Xavier Guerrero— era un libre pensador. Organizó a los
pintores de brocha gorda en lo que se llamaba entonces una unión. Cuando
yo era niño, él me llevaba de la mano y seguíamos la bandera de la unión en
las manifestaciones callejeras”.
Puede decirse que salió del hogar paterno tocado por las dos vocacio‑
nes, la de pintor y la de luchador social, con las que, una vez asumidas cabal‑
mente, habría de darse a conocer y a apreciar.
El Instituto Nacional de Bellas Artes, por conducto del Museo Nacional
de Arte, consagra esta nueva monografía —de la serie
México a través de sus
artistas
— a recordarlo y a rescatar lo que es imprescindible de su obra, en la
que se reveló siempre, como bien se ha dicho: “su conocimiento de las técni‑
cas y su refinamiento formal”.
El saber preparar una pared para decorarla, algo de lo mucho que
aprendió de su padre, le dio acceso a la práctica del muralismo, además de
ganarle el prestigio de “obrero y científico” del grupo de artistas plásticos
que, con él, iniciaron el denominado Renacimiento mexicano.
Nacido en San Pedro de las Colonias, Coahuila, Xavier Guerrero se des‑
plazará asiduamente por el extranjero, dando muestras de su calidad como
creador y de su valía como ser humano.
Teresa Vicencio Álvarez
Directora General
Instituto Nacional de Bellas Artes