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NÚM.12
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ENERO
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2013
1927
El 3 de enero de 1927, murió en la Ciudad de México,
Antonio Rivas Mercado,
arquitecto, director
de la Academia de San Carlos, autor de la columna de
El Ángel de la Independencia.
C I N E Y A R T E
de los años veinte, aunque “observa-
ba los movimientos políticos y cul-
turales”,
11
lo que hace comprensible
su silencio en torno a José María
Velasco como una de sus posibles
fuentes de inspiración, al ser asocia-
do este pintor con el porfirismo. Sin
embargo, fue el primer artista deci-
monónico rescatado del oscuro pa-
sado por la posrevolución en 1942,
con una magna exposición home-
naje en el Palacio de Bellas Artes,
12
por lo que Figueroa debió conocer
su pintura. Quizá temía al calificati-
vo de “reaccionario”, tan común en
la retórica oficial de aquellos años.
Se han asociado encuadres de
Figueroa con pintura popular y cos-
tumbrista del siglo
xix
, no mencio-
nada por el cinefotógrafo, incluido
el autorretrato de Hermenegildo
Bustos,
13
pero la revaloración de
este último pintor se llevó a cabo
en 1956, diez años después de los
grandes éxitos de la mancuerna
Figueroa-Fernández.
Por influencia del
Dr. Atl
o Ve-
lasco, por inspiración o por coinci-
dencia de sus búsquedas expresivas,
el tratamiento del paisaje en
Pueble-
rina
difiere del tratamiento del mis-
mo en otras películas de la pareja
Figueroa-Fernández y, por lo mismo,
lo hace sumamente interesante. En
La Escondida
(1954) el fotógrafo
pudo inspirarse en la pintura de la
hacienda pulquera de Chimalpa de
José María Velasco, y no lo hizo.
Para cerrar estas pequeñas es-
peculaciones, conviene decir que
otra de las fuentes plásticas de Ga-
briel Figueroa es la fotografía de
Hugo Brehme y de Mántel de los
años veinte claramente perceptible
en
María Candelaria
y
Pueblerina;
en esta última reconstruye la foto-
grafía de Mántel del Ixtaccíhuatl,
ganadora del concurso organizado
en mayo de 1928 por la revista
El
Universal Ilustrado,
fotografía de
amplia circulación; Eisenstein en-
vió una copia a Moscú. De la misma
manera, las fotografías de Brehme
y otros fotógrafos de esos años de
Xochimilco sirvieron de punto de
partida para las tomas de los cana-
les bordeados de huejotes, el pecu-
liar árbol de ese lago.
La técnica del rotograbado im-
primió a las fotografías de Brehme
un sello expresionista, por lo que
Brehme es, se puede decir, invo-
luntariamente expresionista, como
se constata en no pocas de sus fo-
tografías publicadas en medio tono
antes de 1920, y esas mismas fo-
tografías impresas en rotograbado
después de dicho año cuando llega
esa técnica. Coincide además con
la llegada de las películas alemanas
con la exhibición en 1921 de
El ga-
binete del doctor Caligari
(1919) de
Wiene, que marcara también pro-
fundamente el estilo de José Cle-
mente Orozco.
A partir del alto contraste Breh-
me influyó notablemente a la foto-
grafía mexicana de los años veinte,
influencia asimilada por Figueroa
y plasmada en numerosos de sus
filmes, exceptuando a
Pueblerina
donde se percibe, sobre todo, la
presencia de Velasco.
1
Gabriel Figueroa,
Memorias,
México, Pértiga, 2005, p. 44.
2
Idem, p. 42.
3
Idem, p. 135
4
Idem.
5
Idem, p. 136.
6
Idem.
7
Idem, p. 137
8
Idem, p. 49.
9
Idem.
10
Elías Levin Rojo, “Detener la imagen” en
Gabriel Figueroa y la pintura mexicana
, Mé-
xico, Museo de Arte Carrillo Gil, 1996, p.19.
11
Léase el capitulo “Arte y Revolución” de
sus
Memorias
.
12
Justino Fernández,
Estética del arte
mexicano. Coatlicue, El retablo de los Re-
yes, El Hombre
, México, Universidad Na-
cional Autónoma de México, 1990, p. 448.
13
Antonio Saborit,
Gabriel Figueroa: mo-
mentos y espacios,
México, Fundación Te-
levisa, 2007, p. 51.