Banamex-Accival, Elek, Moreno Valle y Asociados y Grupo ICA posibilitaron la edición del Homenaje Nacional a José Agustín Arrieta (1803-1874), donde si bien se recogió el trabajo de los autores, también se compendió la profesional y altruista labor de todo el equipo del Museo empeñado en el logro de esta exposición. Es necesario admitir que en un gesto de excepcional confianza y generosidad, numerosos coleccionistas e instituciones aportaron lo fundamental del Homenaje: la obra misma de Arrieta, que encontró un sitio en las salas del Museo Nacional de Arte para conocimiento y disfrute de uno de los artistas más complejos y vitales del México de todos los tiempos.
">01 de Ago 1994 - 31 de Oct 1994
El 120 aniversario de la muerte de José Agustín Arrieta (1803-1874) resultó de oportuna coincidencia para que la exposición con el nombre de Homenaje Nacional José Agustín Arrieta (1803-1874) que se llevó a cabo de agosto a octubre de 1994, el cual le procuró este Museo, fuera motivo de un Homenaje Nacional, dedicado a través del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arrieta que, ya lo dijo Justino Fernández, como "ningún otro artista se ocupó tan exclusiva y anticipadamente de los temas costumbristas mexicanos, lo que unido a sus grandes dotes de pintor, hace que sus obras no tengan paralelo", perteneció al siglo de la insurgencia y plena toma de conciencia de lo propio. Resultó obligado, para la Exposición-Homenaje haber intentado el acopio del mayor número posible de óleos de Arrieta, pero sobre todo haber procurado una lectura nueva de su quehacer a la luz de los avances en la historia del arte.
Banamex-Accival, Elek, Moreno Valle y Asociados y Grupo ICA posibilitaron la edición del Homenaje Nacional a José Agustín Arrieta (1803-1874), donde si bien se recogió el trabajo de los autores, también se compendió la profesional y altruista labor de todo el equipo del Museo empeñado en el logro de esta exposición. Es necesario admitir que en un gesto de excepcional confianza y generosidad, numerosos coleccionistas e instituciones aportaron lo fundamental del Homenaje: la obra misma de Arrieta, que encontró un sitio en las salas del Museo Nacional de Arte para conocimiento y disfrute de uno de los artistas más complejos y vitales del México de todos los tiempos.