¿Cómo se conforma la colección de un museo?
El acervo de un museo no se constituye de un día para otro. Muchas personas están detrás de él: coleccionistas, historiadores, curadores e instituciones completas. En el Museo Nacional de Arte, el trabajo de María Estela Duarte ha sido esencial para enriquecer la colección.
En un museo hay labores que casi se hacen en silencio, en la invisibilidad que existe “tras bambalinas”. No obstante, estos trabajos son un engranaje esencial para el funcionamiento de la institución. Uno de ellos, de los más importantes, es el que María Estela Duarte ha realizado desde hace más de 20 años como titular del Enlace de Colecciones del Museo Nacional de Arte (MUNAL).
El trabajo de “Tely” —como le gusta que le llamen— está ligado directamente con el de otras personas fundamentales para la conservación y difusión del patrimonio artístico: los coleccionistas. “No podemos hacer un proyecto sin ayuda de ellos porque muchas veces las exposiciones se complementan con sus obras”.
"Cada coleccionista va formando una pieza del gran rompecabezas que es el arte"
Los acervos de un museo tienen distinta procedencia. Las obras que lo conforman pueden conseguirse mediante adquisiciones (compras), asignaciones o donaciones. Sobre éstas últimas, la relación que Tely tiene con los coleccionistas resulta importante, ya que, al conocer sus piezas, sabe cuáles son pertinentes, tanto en calidad como temporalidad, para enriquecer el acervo de más de seis siglos del museo.
No es sencillo que un coleccionista se anime a donar sus obras a un recinto museístico, esto requiere, antes que nada, de confianza en el proyecto de la institución.“Hay personas que no tienen la necesidad de vender o aunque la tuvieran prefieren que su obra no pase a manos desconocidas. Hay coleccionistas a los que no les gusta prestar su obra y otros que entienden perfectamente el beneficio de prestarla y mostrarla al público. En algunos casos, también es muy tentador vender obras que se pagan por millones. Así que el hecho de que decidan donar es un acto en verdad bondadoso, por el que estamos muy agradecidos."
Con 42 años en el mundo del arte, Estela Duarte es una figura que no sólo contribuye al patrimonio del MUNAL, sino también al de otros espacios del Instituto Nacional de Bellas Artes. Su conocimiento es tal que puede identificar perfectamente qué coleccionistas tienen determinada obra, cuál puede funcionar para cierta muestra o cuál enriquecería el acervo. De hecho, ella inició su carrera dentro del Departamento de Artes Plásticas y fue parte de la primera generación que tenía formación académica en historia del arte porque, como comenta, "para trabajar en un museo es necesario tener formación en arte".
Las exposiciones que tienen lugar en el museo no sólo pasan por el ojo de los curadores, sino también por el de Tely, quien amplía la visión y ayuda a encontrar parte de la lista de obra.
“Cuando hacemos las exposiciones un porcentaje se cubre con las colecciones institucionales y el otro con las de los coleccionistas”, explica. “A veces viene el curador con todo el tema perfectamente desarrollado, sin embargo, desconoce dónde están las piezas porque sólo las ha visto en libros. Una vez vez que veo lo que él pretende mostrar empiezo a completar su mapa de obras gracias a la memoria visual y temporal que he conseguido con años de experiencia."
Para Tely conseguir las piezas es realmente “lo bueno”. Precisamente, una de las cosas que más disfruta de su trabajo es ir y conocer obras, así como descubrir nuevas piezas: "A veces me he tardado hasta 7 u 8 años en sacar a la luz alguna. Cuando la tengo en mente y sé que es una obra que se tiene que conocer no me doy por vencida hasta tenerla; y, una vez que es pública, ni te cuento en cuántas exposiciones no la quieren. Me siento orgullosa de ser pionera en mostrar nuevas piezas."
Y esto es posible gracias al amplio registro de obras que ha constituido a lo largo de los años. En este sentido refiere que algunas de las donaciones más importantes que ha conseguido en los últimos años para el Museo Nacional de Arte son las de Ariel Zuñiga (hijo de Francisco Zúñiga) y la de Maples Arce Vermeersch que actualmente se expone en una sala del recinto.
"Conozco más colecciones particulares que institucionales"
El registro de obra que Tely ha conformado para esta institución es incuantificable, aunque —sin tener la cifra clara— afirma que asciende a más de 10 mil. En sus archivos hay documentos, cárteles y expedientes que abarcan todas las muestras que se han hecho en el MUNAL, desde la primera (en 1982), hasta la más reciente, de Los Modernos. Su archivo es producto de un trabajo disciplinado y arduo que, además, no se limita al acervo institucional, sino que también abarca diversas colecciones particulares, como la de Carlos Mérida y la de Ignacio Asúnsolo.
En detrimento del rápido avance de la tecnología y la caducidad de los soportes documentales, ¿qué pasará con todo el archivo de Tely? Ella tiene una clara preocupación: primero los disquetes, luego el CD, y "¿qué pasará después cuando éstos no sirvan?", se pregunta. Sin embargo, confía en que toda la documentación pueda ser digitalizada o, bien, permanecer en el soporte que para ella para ser el más fiel y duradero de todos: el papel.
No obstante, se trata de un papel que está vivo y que en cada nueva lectura y movimiento curatorial dota de un aire fresco a la colección. Un museo no es en absoluto una bodega que únicamente resguarda obras, sino que es un ente que las expone, las hace viajar a otras muestras, las pone en diálogo con otras piezas y les da todo un movimiento poco visible. Y detrás de esto, entre otras manos, está el trabajo de Estela Duarte.
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